Una rebaja escasa. La Audiencia de Girona ha juzgado este jueves Ricard Llorente, vecino y concejal de Vilajuïga (Alto Empordà) de 25 años, a quien la Fiscalía pedía inicialmente una pena de ocho años y medio de prisión por supuestamente haber tirado una piedra a los Mossos de Esquadra en una de las protestas contra un acto de Vox en Girona, el 2018. Al final de la vista, el fiscal ha rebajado la petición de castigo a 6 años de prisión por los delitos de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad, mientras su abogado, Benet Salellas, ha solicitado su absolución. En la vista, el joven ha negado que tirara ninguna piedra a los agentes de los antidisturbios, mientras el agente que lo detuvo ha confirmado que no había imágenes de él lanzando la piedra, pero ha asegurado que lo vio cuándo lo hacía, según la agencia ACN.
Antes de entrar en el juicio, un centenar de personas, militantes independentistas de distintos colectivos, así como familiares y amigos, han dado apoyo al joven a las puertas de la Audiencia de Girona con pancartas en contra de la represión y pidiendo su absolución. La mayoría se han esperado a la finalización del juicio, y han aplaudido al vecino de Vilajuïga cuando ha salido del edificio judicial. La organización Alerta Solidaria ha reivindicado que "hay que continuar en las calles cada vez que el fascismo ose extender su mensaje de odio y de apología del españolismo".
El cambio de la petición de penas
Los hechos pasaron el 6 de diciembre de 2018 en la plaza 1 de Octubre de Girona, que antes se llamaba plaza de la Constitución. Agentes de los Mossos acordonaron con vallas el acceso a la plaza para que se pudieran manifestar grupos de españolistas con el lema Girona con la Constitución. Según la Fiscalía, grupos contrarios, y con lemas antifascistas, empezaron a mover vallas y a tirar piedras y botes de humo, hecho -sostiene- que "perturbó la paz pública". Se produjeron cargas policiales contra los manifestantes. I, según la fiscalía, Ricard Llorente lanzó una piedra en dirección a la cabeza de un intendente de los Mossos, sin tocarlo, ya que pudo esquivarla, según el relato policial.
La vista se ha acortado bastante porque la fiscalía ha renunciado a gran parte de los agentes de la policía catalana citado como testigos|testimonios, y sólo han declarado dos. La organización Alerta Solidaria ha informado de que los dos agentes que han declarado han asegurado que la supuesta piedra que "habría tirado Ricard no iba dirigida hacia ellos, contradiciendo sus propios relatos anteriores recogidos en los atestados".
Después de la declaración del acusado y los testigos, en la sección 3.ª de la Audiencia de Girona, el representante del ministerio fiscal ha rebajado la petición de prisión, de 8 años y medio a 6 años de prisión: 4 años y 3 meses por desórdenes públicos agravados, y 1 año y 9 meses por atentado contra la autoridad. Un castigo elevado, mientras su abogado ha pedido su absolución al insistir en que no hay ninguna prueba directa contra él, y solo hay la declaración de los agentes.
La credibilidad de los agentes, en cuestión
Benet Salellas, abogado de Ricard Llorente, ha declarado a ElNacional.cat que en la concentración había unos 150 agentes de los Mossos y multitud de imágenes de los hechos, “y solo dos agentes identifican a Ricard” y sostienen que hizo el lanzamiento. Salellas ha afirmado que el testigo del intendente que lo detiene es "cuestionable", puesto que el joven lo denunció por las lesiones que sufrió, cuando lo tiró al suelo para detenerlo. Ha añadido que en el informe que realiza la Brigada de Información de todas las imágenes sobre la acción del joven, en nungia de ellas se le ve tirando ninguna piedra, ni ningún objeto. “En el juicio, se ha visto la imagen de un agente que pega con la porra a Ricard, cuando está en el suelo y detenido, hecho que habían negado”, ha asegurado Salellas, como nuevo elemento para poner en entredicho la credibilidad de los dos mandos de la Brimo que han declarado en la vista, y espera que el tribunal dicte la absolución del joven. “El castigo es todo este proceso y con esta petición de pena tan elevada”, ha lamentado el abogado porque los hechos pasaron hace cuatro años.