La Fiscalía de Barcelona ha pedido que no se juzgue al escopetero y a los tres agentes de la policía española procesados por la mutilación de Roger Español, que perdió el ojo derecho por el impacto de una pelota de goma disparada por la policía en los alrededores de la escuela Ramon Llull, convertida en centro de votación, el 1-O de 2017. Así lo ha comunicado a la Audiencia de Barcelona, que tiene toda la causa. La petición del ministerio público, de 9 páginas y a la cual ha tenido acceso ElNacional.cat, es casi un escrito de defensa y pide el sobreseimiento libre para los cuatro policías al considerar que concurre el eximente de responsabilidad criminal porque "cumplían su deber" de impedir la votación del referéndum de independencia de Catalunya, como ordenó una magistrada del TSJC (aunque sin romper la paz social, que no se cumplió), y porque la actuación policial fue "proporcionada".

Por el contrario, la Fiscalía ha pedido que se juzgue a Español por atentado contra agentes de la autoridad por haber tirado una valla a un grupo policial que estaba en la calle Sardenya, entre la Gran Via y la calle Diputació. La Abogacía del Estado mantiene el mismo posicionamiento. Las acusaciones particulares y populares se han opuesto. La sección 2.ª de la Audiencia de Barcelona tendrá que decidir si celebra este juicio o no. Y, con la ley de amnistía aprobada y pendiente de publicarse en el BOE, el tribunal podría preguntar ahora a las partes si los policías y también Español han de ser amnistiados. La norma del olvido penal de los hechos del procés descarta que se extinga la responsabilidad cuando se han producido "actos dolosos" con pérdida de un órgano, como es el caso del activista barcelonés. Por eso la Fiscalía pide el archivo de la causa para estos policías.

Los escritos de acusación, pendientes

Las acusaciones populares de Irídia, Òmnium Cultural y la ANC consiguieron en junio del 2023 dejar a un paso de juicio a los cuatro agentes de la policía española y a un quinto por pegar con la porra a votantes. El titular del juzgado de instrucción 7 de Barcelona, Francesc Miralles, cerró la investigación y envió el sumario a la Audiencia de Barcelona, que ahora hace la tramitación final del sumario. Los policías enviados a juicio son el escopetero que hirió a Español (UC563); un inspector (UC50 y jefe del grupo Camel 50), un oficial (UC51, del cual la Fiscalía dice que es un "error" su imputación porque no era responsable de este grupo) y un subinspector (UC54) que conformaban la cadena de mando que eran en la calle Sardenya. Además, hay otro oficial procesado por lesiones a votantes, del cual la Fiscalía sostiene que no se detalla que hizo y que su actuación estaría prescrita porque ya han pasado 5 años desde el 2017 hasta que fue imputado, así como otros dos agentes más acusados. La Abogacía del Estado, que ejerce la defensa de los agentes, presentó recurso contra su procesamiento, y el marzo pasado la fiscal pidió el archivo del procedimiento. Las acusaciones todavía no han presentado los escritos de acusación contra los agentes por el delito de lesiones.

Uso progresivo de los medios

En su escrito, la fiscal también expone muchos argumentos para exculpar la actuación de los agentes. El primer motivo es "la falta de antijuridicidad" de la actuación policial al considerar que actuaron bajo el mandato del TSJC y que hicieron un "uso progresivo de los medios policiales". Recuerda lo que declararon los agentes y testigos, de los cuales se asegura que dijeron que no se quería permitir que el coche policial saliera de la calle Sardenya, y que los agentes retrocedían andando de espaldas y les tiraban objetos. Los agentes manifiestan que hasta tres veces usaron el megáfono para pedir a los ciudadanos que no tiraran nada, y que finalmente la jefe policial del grupo Camel 50 permitió disparar pelotas de goma para "proteger la integridad de los funcionarios".

Roger Español es atendido por los sanitarios, después de recibir el impacto de una bala de goma policial el 1-O de 2017 / Foto: Sergi Alcàzar

En este sentido, la fiscal indica que se respetó la cadena de mando, el subinspector tocó la espalda del escopetero para darle el permiso de disparar. También recuerda "la legalidad de los proyectiles de caucho" y que en aquella zona dispararon 48 cartuchos y 17 pelotas de goma. E insiste en que Roger Español estaba en primera fila, que ya había tirado objetos a la línea policial, y el disparo que lo hirió de gravedad fue disparado a una distancia de unos 14 metros y primero fue al suelo. Con todo, fue Irídia, después de una búsqueda de grabaciones y fotos, quien descubrió el escopetero que hirió a Español, hecho que validó la policía catalana con una pericial en el juzgado. La policía española no lo identificó en el juzgado.

Ciertamente, la policía española no tiene la prohibición de usar las pelotas de goma en Catalunya, como sí que la tiene el cuerpo de los Mossos de Esquadra, desde que en 2014 lo prohibió el Parlament a raíz del caso de Ester Quintana, mutilada en el ojo izquierdo por un proyectil de la policía catalana en una huelga, al demostrarse la letalidad de las balas de goma; y ahora también de los proyectiles de foam, disparados por Mossos, que también han provocado pérdida de ojos y graves lesiones a jóvenes en protestas contra la sentencia del procés.