La Fiscalía de la Audiencia Nacional sopesa acusar por rebelión también al Mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero y a la anterior cúpula del Departament d’Interior: el director de los Mossos, Pere Soler; el secretario de Interior, César Puig; y la intendenta Teresa Laplana, según adelanta El Mundo. La Fiscalía presentará su escrito de acusación en las próximas semanas. Las penas previstas por esos delitos van de los 15 a los 25 años de prisión.
Pese a que el auto de procesamiento de la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, la instructora de ese caso, dice expresamente que se no se había producido violencia el 1-O y sólo les procesó por sedición (más leve) y pertenencia a organización criminal, fuentes fiscales han explicado a ese diario que los hechos que ese mismo auto atribuye a los acusados pueden interpretarse como violencia para endosarles el delito de rebelión.
Nueva fiscal, acusación mayor
Así pues, la llegada de María José Segarra a la Fiscalía General, nombrada por el gobierno socialista de Pedro Sánchez, supondrá un agravamiento de las acusaciones.
Los fiscales pretenden resolver de este modo la disparidad entre la instrucción de Pablo Llarena, del Tribunal Supremo, que acusa de rebelión a los líderes políticos del 1-O; y la instrucción de Carmen Lamela, de la Audiencia Nacional, que les acusa de sedición. Los fiscales pueden sumar los cargos en la pena más alta porque en el auto de procesamiento los jueces acotan los hechos presuntamente delictivos que se juzgarán, pero no imponen a las acusaciones el delito concreto en el que deben encajarlos.
Los cuatro fiscales que se ocupan del caso (Fidel Cadena, Consuelo Madrigal, Javier Zaragoza y Jaime Moreno) siempre han mantenido la acusación de rebelión. Ahora, los de la Audiencia Nacional, en sintonía con sus colegas del Supremo, han propuesto a Segarra acusar del mismo delito a Trapero y a la antigua cúpula de Interior.
Junqueras encabezaría la acusación con una petición de 25 años
En lo referente al líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, fuentes del Ministerio Público indican a El Mundo que la acusación por rebelión con malversación para quien consideran que es uno de los impulsores podría conllevar una acusación mínima de 25 años.
Otros procesados por rebelión podrían tener penas más bajas. Unos, porque a pesar que se les atribuye la categoría de promotores no están procesados por malversación: Carme Forcadell, Jordi Sànchez i Jordi Cuixart. Y otros, porque finalmente no se los considera promotores si no "mandos subalternos" como es el caso de los consellers".