La Fiscalía del Tribunal Supremo ha asumido la investigación de la construcción de la línea de ferrocarril de alta velocidad, el denominado "el AVE del desierto" que une las ciudades de Medina y La Meca, en Arabia Saudí, ya que una de las personas involucradas en los hechos investigados es el rey emérito Juan Carlos de Borbón.
La investigación se centra en delimitar o descartar que haya habido delito en los hechos que se produjeron durante la fase II de este proyecto, el mes de junio de 2014, cuando Juan Carlos de Borbón dejó de estar protegido por la inviolabilidad que reconoce la Constitución al jefe de Estado.
La Fiscalía General del Estado ha argumentado a través de una nota que "resulta preciso la práctica de nuevas diligencias que afectan directamente al rey emérito, el cual, como es sabido, se encuentra aforado ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo".
La Fiscalía dictó un decreto el viernes pasado en que designa esta investigación al fiscal de la Sala del Supremo de la especialidad de delitos económicos, Juan Ignacio Campos. "Vista la trascendencia institucional de esta investigación, se designa quien dentro de la más alta categoría de la carrera fiscal, reúne una extraordinaria calificación y experiencia", se argumenta en la nota de la Fiscalía General del Estado, donde se añade que el fiscal Campos estará auxiliado por un equipo de tres fiscales del Supremo, que asumirán "la innegable complejidad técnica de estas diligencias de investigación".
A principios de marzo la Fiscalía Anticorrupción solicitó a la fiscalía suiza la información sobre la investigación abierta en aquel país en relación a los 100 millones de dólares que Juan Carlos de Borbón habría recibido en su cuenta en Panamá para comprobar si tiene alguna relación con las comisiones del AVE de Arabia Saudí. Este dinero procede supuestamente de una donación hecha en el 2007 por el ministro de Finanzas de la casa real saudí. Posteriormente desde esta cuenta se habría enviado parte del dinero a la antigua amante del monarca Corinna Larsen.