Grandes empresarios, dirigentes políticos, magistrados y otros personajes del poder se han dejado ver por las localidades más privilegiadas del estadio del Real Madrid. El palco de honor del Bernabéu se ha convertido en el máximo símbolo de las relaciones del poder en España. Como dijo Gerard Piqué, allí se mueven muchos hilos.

Hace poco más de dos meses, fue el mismo Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular, quien señaló con el dedo hacia el palco del Bernabéu. Así se refería en su declaración al juicio por el caso Gürtel: "Pudiendo disponer de una cosa que se llama palco del Bernabéu, por donde pasan ministros de todos los partidos, pensar que los señores Villar Mir o Florentino Pérez utilizarán al gerente del partido y el señor de la agencia de viajes del partido para que les organicen la adjudicación de obras públicas no se lo cree nadie, es una auténtica broma".

Dos años atrás, en marzo del 2015, se pronunciaba en los mismos términos la cara más visible de los empresarios españoles. Preguntado sobre los negocios que se cierran en cenas y comidas de empresarios, el presidente de la patronal CEOE, Joan Rosell, afirmaba que eso se ha trasladado al palco de honor del Real Madrid: "En el palco del Bernabéu sí que se hacen negocios; en el Camp Nou, no tantos". Añadía que él, como culé, evitaba el palco madridista.

Hasta que el tema no ha salido de la boca de Gerard Piqué, sin embargo, no se ha convertido en un asunto de Estado. "Del Madrid no me gustan los valores que transmite, a pesar de que a a los jugadores los quiero muchísimo y muchos son amigos", decía el central del Barça. Y añadía: "A mí lo que no me gusta es ver en el palco del Madrid las personalidades que hay y cómo mueven los hilos".

¿Pero quién hay en el palco del Bernabéu moviendo hilos? Sin llegar a mencionar su nombre, Piqué focalizó su ataque en "la persona que imputó a Messi y Neymar y curiosamente tiene un trato diferencial con Cristiano". Hacía referencia a Marta Silva Lapuerta, exabogada general del Estado y exdirectiva del Real Madrid, que asistió al palco el pasado mes de enero. Pero el palco del Bernabéu es mucho más que Marta Silva. Como dice el blaugrana, allí se mueven muchos hilos. Es un centro de poder en la sombra, un símbolo de las relaciones de poder en el Estado español. Por allí pasan desde dirigentes políticos y grandes empresarios hasta jueces y abogados.

El periódico digital El Confidencial hizo un experimento en octubre del 2014, con motivo del Madrid-Barça que se celebraba en la capital española: quién es quién en el palco del Bernabéu. Entre otros, estaba la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina; el expresidente del gobierno español, José María Aznar; la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; la secretaria ejecutiva de Comunicación del PP de Madrid, Lucía Figar; el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González; la exministra de Cultura, Pilar del Castillo, el empresario y vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández (investigado por las tarjetas black de Caja Madrid); los periodistas Luis María Anson, José Antonio Vera y Eduardo Inda, e incluso monseñor Antonio Cañizares, el polémico arzobispo de Valencia.

Florentino Pérez, José María Aznar y Ana Botella, en un partido Madrid-Málaga en febrero del 2004

El capitalismo de Estado español

El matemático y economista catalán César Molinas utiliza la expresión "capitalismo castizo", lo que los anglosajones llaman crony capitalism. Así lo explica en su libro Qué hacer con España: del capitalismo castizo a la refundación de un país (2013): "Las únicas maneras de ser rico en España [en los siglos anteriores] eran ser hijo de rico o ser próximo al rey. Al amparo de la corte se desarrolló en España un capitalismo castizo, mal denominado capitalismo financiero, basado en la captura de rentas y en la proximidad al poder, que es estrictamente madrileño y que sigue siendo hoy día la forma dominante de capitalismo en nuestro país". Y pone el foco en el palco del Bernabéu.

Según Molinas, entre aquella España y "los que hoy se sientan en el palco del Bernabéu" se da una misma concepción de las relaciones económicas, "una misma manera de prosperar por el favor del poder político, gracias al Boletín Oficial del Estado (BOE)". Es decir, con dinero público, de todos los contribuyentes.

El máximo exponente de este palco del Bernabéu, que es mucho más que un espacio físico, es justamente su dueño, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid. Tan sólo un dato: cuando llegó a la presidencia del Real Madrid en el año 2000, su empresa ACS era la quinta constructora del Estado Español, en un sector muy ligado a las concesiones del BOE. Seis años después ya era la primera. Enmedio se produjo la fusión con Dragados (2003) y su entrada en Unión Fenosa (2005). Hoy no hay quien le haga sombra.

Entre los 35 españoles más ricos según la lista Forbes, hay tres directivos y exdirectivos del Real Madrid: Juan Miguel Villar Mir (9º), presidente del Grupo Villar Mir, máximo accionista de la constructora OHL, exministro de Hacienda (1975-1976), exvicepresidente del Real Madrid (1995) y excandidato a la presidencia del club (2006); Juan Abelló (24º), presidente de la compañía de inversión privada Torreal, exvicepresidente de Sacyr y Repsol y exvicepresidente del Real Madrid con Florentino Pérez hasta el 2013; y el mismo Florentino Pérez (34º), presidente de la constructora ACS y actual presidente del club.

¿Quién cobra la obra?

La Fundación Civio publicó el pasado noviembre la investigación ¿Quién cobra la obra? un mapa de la contratación pública en España. La conclusión a la cual llegó es que siete de cada diez euros adjudicados por el BOE en contratos de obra pública desde el 2009 iban a parar a diez constructoras. ACS, de Florentino Pérez, lidera la clasificación con diferencia, habiéndose llevado 5.862 millones de euros en obra pública. Entre estas diez compañías, sin embargo, hay otros rostros conocidos del palco del Bernabéu.

Está, por ejemplo, el Grupo Villar Mir, del exvicepresidente y excandidato a la presidencia Juan Miguel Villar Mir, que se llevó 1.887 millones de euros. También está Sacyr, que de 2004 a 2011 fue presidida por Luis del Rivero, tesorero y vicepresidente del Real Madrid con Florentino Pérez, que se reunió 11 veces en 11 meses con Luis Bárcenas y está siendo investigado en la causa de la caja B del PP. Su sucesor al frente de Sacyr, Manuel Manrique, también es un habitual del palco del Bernabéu. El nombre de José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona -segunda compañía en obra pública-, ha llegado a sonar como posible directivo.

Muchas de las grandes compañías españolas que hoy tienen una gran presencia internacional son empresas que dependen justamente del BOE. Hoy son lo que son gracias a los contratos públicos. El ejemplo por excelencia es precisamente el de las empresas constructoras. En su libro, César Molinas pone el caso de un partido de Liga del Madrid en el 2012: "Coincidieron en el palco cinco ministros del nuevo Gobierno del Partido Popular, el director general de Carreteras y un nutrido grupo de constructores y ejecutivos de algunas de las mayores empresas de la bolsa española". Y el economista concluye: "El palco, como otras instancias madrileñas, allana el camino hacia los grandes negocios".

En su libro El dilema de España (2014), el economista Luis Garicano, hoy responsable del área económica de Ciudadanos, también denunciaba lo que pasaba en el palco del Real Madrid: "El capitalismo de amigos es en España el capitalismo del palco del Bernabéu y del despacho de Bárcenas (...) El que se hace rico es el que tiene contactos, el que conoce a Bárcenas o el conseguidor de turno. Es el que sabe cómo hacer discretamente una contribución a la persona adecuada y recibir a cambio un obsequio del Estado en forma de central eléctrica, autopista o recalificación".

Curiosamente uno de los palcos donde más empresarios españoles juntos se ha visto no es el del Bernabéu, sino el del estadio da Luz, de Lisboa, en mayo del 2014. Fueron invitados a la final de Champions del Real Madrid contra el Atlético de Madrid. Entre otros, estaban Javier Hidalgo (AirEuropa), Arturo Fernández (CEOE), Juan Miguel Villar Mir (OHL), Manuel Manrique (Sacyr), Luis del Rivero (ex-Sacyr), José María Álvarez Pallete (Telefónica), Alicia Koplowitz (Omega), José Manuel Vargas (Aena) o Ramón Blanco Balín (ex-Repsol).

Políticos, jueces y fiscales

El único presidente español culé, Zapatero, no se atrevió nunca a pisar el Camp Nou, pero los madridistas Aznar y Rajoy no han tenido estos complejos y se han dejado ver por el palco del Bernabéu. También ministros y exministros, secretarios de Estado, presidentes de la Comunidad de Madrid, alcaldes y exalcaldes... Incluso Manuela Carmena, actual alcaldesa de la capital española, ha caído en la tentación y ha roto su promesa de no acudir.

Del encuentro entre dirigentes políticos y grandes empresarios, como se da en el palco del Bernabéu, a menudo nace la corrupción. No sólo es Luis Bárcenas en el marco del caso Gürtel acusando al PP de utilizar el palco para hacer negocios con compañías como ACS, de Florentino Pérez, u OHL, de Villar Mir. Es también Florentino Pérez reconociendo que pagó 300.000 euros al conseguidor de la trama Púnica, Alejandro de Pedro, quien montó un periódico digital falso al servicio del presidente del Real Madrid. O el sumario del Caso Emperador, que revela que el presunto empresario mafioso chino Gao Ping utilizó este lugar privilegiado para poner en contacto a cinco personas con "gente del Real Madrid".

Pero el palco del Bernabéu no sólo es un punto de encuentro entre los poderes económico y político, sino que tienen acceso otros tipos de poder, como la judicatura. Gerard Piqué hacía referencia a Marta Silva Lapuerta, exabogada del Estado que dejó su cargo el pasado 25 de noviembre, justo después de mantener la acusación contra Leo Messi y a tiempo de no tener que interferir en el caso Football Leaks, que implicaba al madridista Cristiano Ronaldo.

La abogada del Estado Silva Lapuerta, yendo al TC para recurrir una resolución del Parlament catalán

Hija del exministro franquista Federico Silva Muñoz y sobrina del extesorero del PP Álvaro Lapuerta, Silva también había sido secretaria de la junta directiva del Real Madrid entre los años 2000 y 2004, bajo la presidencia de Florentino Pérez. Según revelaba el director del diario As, Alfredo Relaño, no sólo asistió al partido del Madrid contra el Wolfsburg en abril del año pasado, sino que también bajó al vestuario para pedir a Cristiano Ronaldo una pelota firmada para sus hijos.

Silva no es la única miembro de la judicatura que se ha dejado ver por los asientos VIP del Bernabéu. Incluso el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) llegó a plantearse la modificación de su código deontológico para prohibir a los magistrados aceptar las invitaciones de clubs para asistir a los palcos. Algunos jueces mostraron su oposición. No se han tenido más noticias desde el otoño del 2014.

El Real Madrid tiene por costumbre invitar a todos los presidentes de sala del Tribunal Supremo, así como fiscales generales y fiscales jefe. Uno de los jueces que ha sido visto en el palco del Bernabéu es José Manuel Sieria Míguez, presidente de la Sala Tercera Contenciosa-Administrativa del Tribunal Supremo. El exfiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, también era un habitual de los asientos VIP. El exministro de Justicia y exfiscal jefe de la Sala Contenciosa-Administrativa del Tribunal Supremo, Mariano Fernández Bermejo, no se perdía ningún partido e incluso acudía a actos de la fundación del club, presidida por Florentino Pérez. El actual ministro de Justicia, Rafael Catalá, también va a menudo.

"Aquí no se hacen negocios", se defendía Florentino Pérez en 2014 entrevistado por Jordi Évole  en el programa Salvados. Y añadía: "Aquí se habla de fútbol y de valores (...) Eso que aquí se hacen negocios es un tópico lanzado por gente que no siempre es bienintencionada". No se sabe si entre estos valores de los que hablan en el palco del Bernabéu están los valores de las adjudicaciones por obra pública del Boletín Oficial del Estado.

En sus años de gloria, Jesús Gil llegó a decir que el palco del Bernabéu "cumple en democracia la función de las cacerías de Franco durante la dictadura".