El Ministerio de Fomento invertirá finalmente 3.881,54 millones de euros (IVA incluido) en la variante ferroviaria de Pajares, una línea de AVE que prevé estrenar en el segundo semestre de 2020 tras múltiples aplazamientos. Es una cantidad similar a la “lluvia de millones” (4.200) prometida por Mariano Rajoy en su conferencia en Barcelona el pasado 28 de marzo, o a los 4.000 que José Blanco, el ministro socialista de Fomento, asignó al plan Rodalies 2008-2015 y de los que solo se aplicaron el 10%.
Esa obra, al tramo más difícil de la conexión AVE Madrid-Asturias, es innecesaria e ineficiente, Germà Bel y Daniel Albalate, dos expertos europeos en transporte y movilidad. El impacto de esos 49,7 kilómetros en el tráfico ferroviario de la zona “será marginal en términos agregados”, aunque con esos recursos “se podrían financiar eternamente los vuelos regulares entre Asturias y Madrid”, explican con sorna ambos expertos en una nota publicada hace dos años, cuando el presupuesto de la variante era de 3.500 millones. El coste del proyecto original (2004), era de 1.990 millones.
Bel y Albalate proponían entonces “subsidiar eternamente” el precio del vuelo Madrid-Asturias invirtiendo los intereses de invertir el coste de la variante en obligaciones del Tesoro español a 10 años.
Una hora, 700 euros
“Sabemos que, al ser gratis, viajaría más gente en avión, pero no se preocupen”, continúan los economistas en su nota. “Capitalizando al 2% real (inferior al tipo de las obligaciones españolas a 15 y 30 años) podrían subvencionarse [los vuelos] durante varias eternidades. Se nos ocurren mejores formas de emplear en Asturias estos 3.500 millones de euros. Pero más ilustrativas, no”.
Uno de los comentarios a esa nota calcula que “si para ahorrar una hora de viaje a unas 200.000 personas/año (pongamos que este es aproximadamente el número de personas que viajan en tren hasta Asturias desde la Meseta) tenemos que gastarnos 3.500 millones de euros, para conseguir una rentabilidad mínima del 4% tendríamos que valorar cada hora ahorrada a 700 €. Cabe sospechar que ese no es el coste real de una hora de tiempo del español promedio”.
“Con la inversión en la variante de Pajares, que no aportará nada a Asturias, se habría puesto a punto toda la red de cercanías del área metropolitana de Barcelona”, comenta Germà Bel a El Nacional. “Te tienes que reír porque si no te mueres de una úlcera”.
También se ha quejado del proyecto el director general de Transports de la Comunitat Valenciana, Josep Vicent Boira, en un tuit, este lunes:
Muchas veces las noticias se explican por sí mismas: 3.881 millones. https://t.co/OVE928qEpS via @elcomerciodigit
— Josep Vicent Boira (@JosepBoira) 8 de maig de 2017
La alternativa más cara
La alternativa elegida por Fomento para Pajares es la más cara de las tres propuestas por los técnicos de Adif (empresa pública que coordina las obras) en el estudio “Variante de Pajares, estudio de alternativas y costes”.
Según el diario gijonés El Comercio, es también la más parecida al programa de coalición suscrito por el PP y Foro Asturias, el partido fundado por Francisco Álvarez Cascos cuando abandonó el PP. Cascos fue vicepresidente y ministro del Interior (1996-2000) y ministro de la Presidencia (2000-2001) y de Fomento (2000-2004) con Aznar. Para Cascos, era la obra ferroviaria "más importante de España y Europa".
Las dos opciones perdedoras se basan en combinar el ancho de vía internacional y el ibérico. La patrocinada por la exministra del ramo, Ana Pastor, es 240 millones más barata y permite acabar las obras un año antes. La tercera solución era la promovida por José Blanco, exministro de Fomento de Rodríguez Zapatero. Esta es 60 millones más barata que la elegida, pero su plazo de obra es más largo: concluye el segundo semestre de 2021.
Las tres opciones dejan el viaje en tren entre Asturias y Madrid en tres horas desde Oviedo y tres horas y media desde Gijón. Hoy, viajar en coche de Oviedo a Madrid son unas cinco horas. En tren, unas cuatro horas y media.
Los promotores de la variante se apoyan en esa reducción de tiempo para defenderla. Opinan que estimulará el turismo desde Madrid y también la actividad del puerto del Musel, en Gijón, aunque la línea está pensada para pasajeros, no para mercancías. De hecho, los trenes de línea atravesarán el túnel en media hora, pero los mercancías necesitarán una hora, según explica a El Nacional uno de los ingenieros que trabajó en el proyecto.
La variante comprende quince túneles y diez viaductos. Los dos túneles bajo el puerto de Pajares, de 24,5 kilómetros de longitud, son los quintos más largos del mundo, los terceros más profundos y los segundos más complejos por detrás del San Gotardo, en los Alpes, según explicó un técnico del proyecto a El Confidencial. Los suizos construyeron el San Gotardo en quince años.
Listado de calamidades
Pajares es el obstáculo geográfico histórico entre el noroeste de la meseta castellana y Asturias. Lo supera una vía de 83 kilómetros, construida en el siglo XIX, entre La Robla (León) y Pola de Lena (Asturias), con una rampa de 63 kilómetros. Hoy se recorre en hora y media si no hay paradas. La variante reducirá ese tiempo entre trece minutos, según el proyecto, y media hora, según el citado ingeniero.
Esta obra es otro de los inacabables agujeros negros de las infraestructuras del Estado español. Arrancó el 12 de febrero de 2004 y el objetivo era terminarla en 2009. Todavía sigue viva debido a una larga lista de problemas técnicos y demoras en los contratos. El principal problema reside en una ladera de arcilla cerca de Campomanes, donde se ubican siete deslizamientos, dos de los cuales los técnicos no consiguen estabilizar desde hace diez años.
“Los continuos retrasos del AVE no son lo más preocupante”, explica Pablo Rivas en Diagonal. Los sobrecostes van camino de duplicarse, hay dudas sobre los estudios de seguridad, empresarios de la obra que aparecen en los papeles de Bárcenas, adjudicaciones hechas en tiempo récord, la grave afectación del ecosistema en esta zona de la cordillera cantábrica, túneles inundados, ríos desecados, al menos 20 acuíferos drenados, pueblos sin agua, corrimientos de tierra, grietas en viviendas… “El listado de calamidades es amplio y el relato va para largo”, concluye Rivas.