La presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, restringirá los turnos de palabra extra en los plenos como respuesta a las acusaciones de varios grupos parlamentarios en que le recriminaban haber faltado a la neutralidad.
Durante las últimas semanas, algunos grupos parlamentarios han recriminado a Forcadell una falta de objetividad a la hora de dar los turnos de palabra. Así pasó, por ejemplo, la semana pasada, cuando el portavoz de Catalunya Sí Que es Pot, Joan Coscubiela, quiso el turno de palabra para pedir al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que retirara sus palabras, en las que acusaba al grupo de CSQP de hacer "listas de periodistas".
Forcadell se negó a darle el turno de palabra alegando que "en las sesiones de control no se dan turnos de palabra". Coscubiela, visiblemente molesto, lamentó la actuación de la presidenta del Parlament y la acusó de no ser objetiva.
Como resultados de las diversas quejas de la oposición, durante la reunión de la Mesa de este martes se ha decidido dar "marcha atrás en la flexibilización que ha habido desde el principio de la legislatura" y no se darán turnos de palabra extra ni en las sesiones de control ni en las interpelaciones.
Eso quiere decir que los grupos que no formulen la pregunta al Govern o al President -en el caso de las sesiones de control- o los grupos que no presenten la interpelación no podrán intervenir alegando contradicciones ni alusiones.
Cs recrimina un trato "injusto"
En rueda de prensa en el Parlament, el portavoz de Ciutadans, Carlos Carrizosa, ha lamentado el trato "injusto" que se da hacia los miembros de la formación naranja ante los miembros del grupo al cual pertenece la presidenta, Junts pel Sí.
Para ejemplarizarlo, Carrizosa ha recordado el pleno de la semana pasada, en el que Forcadell pidió al portavoz adjunto de Cs, Fernando de Páramo, que no señalara con el dedo a la consellera de presidencia, Neus Munté. Carrizosa, acompañado de unas imágenes de miembros del Govern señalando la bancada de Ciutadans, ha lamentado la diferencia de trato entre los grupos.
El portavoz del PP, Alejandro Fernández, también se ha referido a la "falta de imparcialidad" de Forcadell y ha pedido que "se replantee su manera de gestionar las sesiones plenarias", haciendo uso de criterios objetivos e imparciales.