Desde que quedó visto por sentencia el juicio del 1-O que sirvió para castigarlos con más de 10 años de prisión que Carme Forcadell y Oriol Junqueras no se veían cara a cara. Hoy, más un año y medio después y escondidos tras una mascarilla, han podido hacerlo. Ha sido a la salida de la prisión de Wad Ras, donde la expresidenta del Parlament cumple condena. Este sábado, el Departamento de Justicia ha confirmado su tercer grado y Junqueras, que salió hace 24 horas, ha querido estar para recibirla con un abrazo.
Forcadell era la última de todos los presos independentistas pendiente de la resolución del Servicio de Clasificación de la Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima. Su caso ha tardado más que el resto porque el centro penitenciario de Wad Ras se encontraba en cuarentena como consecuencia de un brote de coronavirus.
Pasada la una del mediodía, la exlíder de la ANC ha salido por la puerta, donde además de su marido, la esperaba una comitiva de Esquerra Republicana, encabezada por Junqueras y Aragonès. Una vez hechos los correspondientes abrazos, Forcadell ha aprovechado la presencia de medios para dirigir dos mensaje a la ciudadanía.
"Por favor, id a votar"
El primero mensaje, para combatir la grande amenaza con que cierne sobre el 14-F, que es el elevado riesgo de abstención derivado del miedo al contagio. "Por favor, id a votar, que ningún voto independentista se quede en casa", ha rogado Forcadell. "Sé que muchos tendréis miedo, votad por correo, y los que no tengan miedo de que vayan a votar, con guantes mascarilla, pero que vayan a votar".
El segundo mensaje ha sido en clave protectora. "Cuidaos mucho. Hemos sufrido mucho, ha sido un año muy largo de sufrimiento, pero empezamos a ver el fin del sufrimiento", ha afirmado.
A punto para hacer campaña
La previsión de Esquerra Republicana es que, como ya han hecho Junqueras y Romeva, la expresidenta del Parlament y también la exconsellera Dolors Bassa, puedan incorporarse a la campaña electoral como antes mejor. Y es que la Fiscalía ya ha anunciado que recurrirá otra vez el tercer grado. Ya lo hizo en diciembre, y el Supremo acabó revocando el régimen de semilibertad a los presos políticos. Fue a las puertas de Navidad.