El presidente francés, Emmanuel Macron, ha cerrado el Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM), que era el interlocutor de las comunidades musulmanas con el Estado francés, según informa el diario Le Monde, que atribuye la decisión a las tensiones que han aparecido en este organismo, que ha acabado fracasando. El Consejo funcionaba desde el año 2003, a través de federaciones adscritas a los países de origen, principalmente Marruecos, Argelia y Túnez.
Todo empezó cuando apareció una pugna entre los diferentes países de origen y varias federaciones de mezquitas decidieron abandonar el Consejo. En diciembre del 2021 el ejecutivo francés decidió dejar de considerarlo como interlocutor, y apareció una situación enrocada durante meses.
En sustitución del CFCM, el gobierno francés apuesta por un nuevo organismo denominad
o Foro del Islam de Francia (
FORIF), con un nuevo planteamiento que intenta evitar la competencia entre países de origen de los musulmanes. Se puso en marcha justo hace un año, de forma incipiente, con la participación del ministerio del Interior, porque se ha otorgado a los prefectos la interlocución con las comunidades musulmanas locales. Y la elección de los interlocutores también la efectúan los prefectos. El prefecto es el representante del gobierno francés en cada uno de los departamentos, una figura parecida al delegado del gobierno español.
Con el nuevo organismo, el gobierno francés quiere acordar cuestiones urgentes como la formación y el estatus religioso de los imanes, que con el CFCM no se pudo conseguir por diferencias entre los diferentes países.
Macron ha lanzado desde hace tiempo una fuerte crítica a lo que denomina "separatismo islamista", que hace referencia al intento integrista de crear una comunidad musulmana separada en Francia. A su entender son los que afirman que sus leyes "son superiores a las de la República y a veces derraman sangre con este objetivo", en alusión a los atentados yihadistas que se han perpetrado en Francia.
En cambio, apuesta por el concepto de islam de Francia o de franceses musulmanes, con una idea de identidad hasta ahora no del todo consensuada en Francia. El país vive con intensidad estos debates sociales y el fenómeno ha sido reflejado con dureza en series como Atenea, de Netflix.
Atenea muestra el violento conflicto social que aparece en un barrio del cinturón de París, después de la muerte de un chico a manos de la policia. Los vecinos del lugar desencadenan una lucha de carácter casi bélico contra las autoridades locales. Pero no existe solo el conflicto social sino también el de identidad.