Nueva estrategia lingüística. Francia ha aprobado un nuevo decreto de lenguas regionales que permitirá la inmersión en catalán a la escuela, tanto a primaria como a secundaria. No sólo en catalán, sino también en las otras lenguas que se hablan al Estado: el occitano, el bretón, el vasco... El diputado bretón Paul Molac, del partido Libertades y Territorios, ha celebrado que la regulación "asegura una enseñanza inmersiva al público y a las asociaciones". "Estoy encantando y estaré atento a los medios que destinen los rectores con el fin de ampliar la oferta docente", ha afirmado.

La medida ha sido impulsada por el primer ministro francés, el catalanista Jean Castex, después de que el tribunal de garantías constitucionales del Estado tumbara la anterior norma. A pesar de ser aprobada por mayoría absoluta el pasado 8 de abril a la Asamblea Nacional Francesa, el TC francés rechazó dos artículos nucleares de la conocida ley Molac sobre la inmersión lingüística. Y todo, a petición de sesenta diputados del partido de Emmanuel Macron (del cual también forma parte el mismo Castex).

Para la elaboración del nuevo decreto, el primer ministro y su equipo han tomado nota de todo aquello que no gustó al Constitucional con el objetivo de esquivar un nuevo veto. Y es que "la enseñanza por inmersión sólo puede ser definitivamente seguro después de una revisión constitucional", ha recordado Molac a Twitter. Por lo tanto, en un momento o el otro el tribunal de garantías se volverá a manifestar sobre la nueva ley. Con el nuevo diseño de la norma, sin embargo, se espera que pueda salir adelante con absoluta normalidad.

En Catalunya ya hay quien también celebra el último movimiento de Castex. El jefe del gabinete de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, ha destacado la llegada de "más gestos por parte del primer ministro francés Jean Castex a favor de la inmersión lingüística en lenguas como el catalán, occitano, bretón, vasco, etc.". Las palabras de Alay no son inocentes: llegan en un momento en el cual el modelo de escuela catalana está en peligro por culpa de la injerencia judicial y la complicidad de las autoridades estatales.

Mientras en Catalunya la inmersión lingüística cuelga de un hilo, en la Catalunya Norte se están consiguiendo bastantes avances que apuntan a un futuro optimista con respecto a la lengua. Este miércoles, la Bressola venció al alcalde ultra de Perpinyà en los tribunales, desbloqueando un proyecto de instituto en catalán en la ciudad. Así, esperan que el ayuntamiento "dé un paso atrás y permita el desarrollo del proyecto de colegio-liceo a Perpinyà".

Además, la lengua en Francia cuenta con el apoyo del primer ministro, Jean Castex. No es ningún secreto que el jefe del gobierno francés es catalanista, como ya demostró este fin de semana cuando reivindicó que él mismo habla catalán y que había que defender la inmersión lingüística de la Bressola. "Ya no estamos en la época de hipercentralización monárquica que quiso borrar los dialectos locales y las lenguas regionales", aseguró en una entrevista en El País.

 

Imagen principal: El primer ministro francés, Jean Castex / Europa Press