Un nuevo episodio del embrollo judicial del Pazo de Meirás: La familia Franco ha presentado un recurso de apelación contra el auto dictado por el Juzgado de Primera Instancia número 1 de La Coruña, por el que el Estado pasó a ser depositario de los bienes del pazo de Meirás, a la espera de una sentencia definitiva.
Los herederos del dictador piden, a través de un escrito de 38 páginas que el auto sea "íntegramente revocado", con imposición de costas a la parte actora y condenar a la misma a indemnizarles con los "daños y perjuicios ocasionados" a raíz de las citadas medidas cautelares.
Desde que la familia se vio obligada por orden del juez a entregar las llaves del pazo, tras 82 años de tenencia de la propiedad, han defendido que los bienes que hay en el interior son suyos y que, como mucho, estarían dispuestos a venderlos a "un precio razonable". Entre otros argumentos, sostienen que "las cosas, bienes u objetos" no están "físicamente anexionados al inmueble objeto del litigio" y añaden que "por tanto, de ninguna manera constituyen partes integrantes o componentes materiales" del Pazo.
Además, sostienen que en la demanda del Estado no ha sido objeto del citado litigio "el pazo de Meirás entendido como una supuesta unidad, sino una concreta parcela catastral que, a su vez, se corresponde con quince fincas registrales".
Acusan al Estado de improcedente
Entre otras cuestiones, el documento de la familia Franco argumenta que las medidas cautelares por el momento procesal en el que se solicitaron por parte del Estado son "improcedentes", pero también por servir, a su juicio, "al aseguramiento de una pretensión, tutela y pronunciamiento judicial que no ha sido ni puede ser objeto del presente procedimiento".
Por otra parte, sostiene que referencias a "elementos, componentes o aspectos" del inmueble, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), "se circunscriben, exclusiva y necesariamente, a lo que integra, constituye o conforma el propio inmueble y no a los bienes muebles que halla en su interior".
En su escrito, se cuestiona también, entre otros aspectos, el inventario realizado por el técnico de Patrimonio Nacional al considerar que se convirtió en "una suerte de informe pericial concerniente a la titularidad o propiedad de los bienes a inventariar". De hecho, los Franco solicitaron, sin éxito, que ese inventario fuera destruido.
¿Qué hay en el Pazo?
En el palacio hay piezas de un alto valor histórico y artístico, que se expoliaron durante la dictadura o que Franco consiguió gracias a su posición de dictador. Estatuas, cristalería, tapices, muebles, cuadros de Álvarez de Sotomayor y Zuloaga... Todo un patrimonio de valor incalculable.
El Pazo de Meirás fue robado por las autoridades franquistas a la familia de la célebre escritora Emilia Pardo Bazán, su propietaria original y quién mandó construirlo en 1893. La familia de Franco adquirió el palacio y lo utilizó durante más de 80 años como su residencia de verano.