La familia de Francisco Franco ha puesto en venta la finca El Pazo de Meirás, la que fue residencia de veraneo del dictador español y familia durante más de cuatro décadas, por un precio próximo a los ocho millones de euros. Hacía tiempo que la familia se estaba planteando sacarse de encima la finca, ya que en los últimos años ha sido más un quebradero de cabeza que un sitio para ir a disfrutar del verano. Lo que ha acelerado esta puesta en venta fue la muerte de Carmen Franco, hija del dictador, el pasado 29 de diciembre.
Por su parte, la diputación de A Coruña, pero, sospecha que los herederos de Franco han puesto, y quieren, vender Pazo de Meirás antes de que se pueda dar una eventual expropiación avalada por diferentes informes jurídicos, uno de ellos impulsado por la misma diputación. La misma vicepresidenta provincial, Goretti Sanmartín, ha considerado que la familia "se quiere liberar de una propiedad que consiguieron de forma ilícita".
De hecho, el Pazo de Meirás empezó a ser un problema para la familia el año 2008 cuando la Xunta de Galicia declaró la finca Bien de Interés Cultural (BIC), cosa que molestó a la familia ya que se vio obligada a abrir un régimen de visitas para la casa, de hecho, ya se ha multado tanto a la familia como la Fundación Francisco Franco por no abrir el palacio un mínimo de días al mes.
Pero los quebraderos de cabeza no se acabaron aquí, el verano pasado, el Ayuntamiento de Sada, población donde se ubica la vivienda, declaró a toda la familia, al completo, persona non grata dentro del pueblo. Además, el alcalde del pueblo, Benito Portela y la Comisión de Memoria Histórica presionaron a los Franco para expropiarles la finca. Pero el pasado agosto los problemas para la familia Franco no acabaron aquí, un grupo de independentistas gallegos ocuparon el palacio para reclamar que la finca pasara a ser propiedad de las instituciones públicas y no de un particular.