El presidente español, Pedro Sánchez, y el presidente francés, Emmanuel Macron, han chocado por el tipo de hidrógeno que tendrá que transportar la futura canalización H2Med entre Barcelona y Marsella. Francia, gran productora de energía nuclear, quiere que se transporte el hidrógeno generado con esta energía, mientras que España dice que tiene que ser el creado con energías renovables. Al primero se le llama hidrógeno rosa y al segundo hidrógeno verde, y los dos mueven millones de inversión. La pugna por cuál de los dos modelos se acabará imponiendo ha provocado tensión en los últimos días, y todavía más cuando Madrid ha visto que Francia ha movido sus armas diplomáticas a nivel europeo, mientras España mostraba debilidad. En teoría, Sánchez y Macron trataron estas cuestiones en la cumbre de Barcelona el 19 de enero, pero no parece que sirviera de mucho.

La Comisión Europea equiparó el lunes los dos combustibles, tal como pedía Francia, y eso provocó la irritación de la ministra por la Transición Ecológica, Teresa Ribera. "Hay maneras de expresarse que no me gustan", señaló Ribera en referencia a París, y añadió que "Francia ha dicho que se comprometía con este tubo y, si ha cambiado de opinión, que lo diga". El tono suelto de la ministra no gustó nada en París, y eso ha provocado una réplica pública del embajador francés, Jean-Michel Casa. "A nosotros tampoco nos gustan algunas maneras de expresarse de la vicepresidenta tercera del gobierno", ha soltado en El Periódico de España. Casa ha argumentado que cuando se acordó el proyecto H2Med el diciembre pasado se admitió también por la parte española que el hidrógeno del futuro se podría producir tanto a partir de energías renovables como de fuentes bajas en carbono, con una aceptación implícita del hidrógeno rosa.

"Este compromiso fue reiterado muy claramente durante el encuentro bilateral entre el presidente de la República, Emmanuel Macron, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, al principio de la cumbre hispanofrancesa del pasado 19 de enero, en Barcelona", ha añadido Casa. "De hecho, este acuerdo se refleja a la declaración conjunta aprobada por los dos jefes de Estado o Gobierno al concluir la cimera, y especialmente en el párrafo 16, dedicado a las interconexiones entre nuestros dos países y muy particularmente al proyecto H2Med: "Los dos países coinciden en que la transición energética es la solución adecuada para avanzar hacia la neutralidad climática, asegurar un suministro energético seguro, asequible y sostenible, y reducir su dependencia de los combustibles fósiles, respetando plenamente el derecho de cada Estado miembro a escoger su estructura energética. Por eso, los dos países reafirman su compromiso de desarrollar los proyectos de interconexión eléctrica previstos y el proyecto H2Med, que contribuirán a reforzar la seguridad energética de la UE.[...] España y Francia reconocen la importancia de la producción, el transporte y consumo de hidrógeno limpio como el producido a partir de fuentes de energía renovables y bajas de carbono [...]", ha indicado.

Después del escrito del embajador, el Gobierno español se ha comprometido a rebajar la tensión con Francia.

En la imagen principal, Emmanuel Macron y Pedro Sánchez en Barcelona Foto: EFE