Desde el año 2018, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha funcionado internamente a través de algunos órganos paralelos a la ejecutiva y la permanente del partido. En un contexto en el que la formación sufría la represión y el exilio, una investigación conjunta de RAC1, ACN y Radio 4 muestra como las grandes decisiones con respecto a la estrategia del partido se tomaban en reuniones, al margen de los órganos formales de decisión de la formación, que tenían lugar cada viernes. En estos encuentros siempre estuvo presente Marta Rovira, pero nunca Oriol Junqueras.
El origen de este grupo, que ha articulado la estrategia política de los republicanos con reuniones paralelas, se remonta años atrás. Cuando Oriol Junqueras fue vicepresidente de la Generalitat el año 2015, se creó una estructura reducida para coordinar la estrategia del partido. Este núcleo reducido estaba formado por Jordi Bacardit (entonces mano derecha de Marta Rovira), Bernat Aubia (ninguno de Relevance, empresa responsable de las contracampañas) y Sergi Sabrià. Este núcleo reducido ha ido evolucionando con el tiempo. Especialmente, ha crecido desde que Junqueras entró en la prisión y Rovira se marchó al exilio.
Mientras ha crecido en forma, también lo ha hecho en influencia. Conformado por personas que participaban en la comunicación del partido, miembros del grupo parlamentario, del Govern e, incluso, personas que no formaban parte de la dirección o la militancia, destaca una ausencia: Oriol Junqueras. Tampoco ha participado el secretario de organización, Pau Morales. En cambio, Rovira siempre ha estado presente. Algunas fuentes republicanas sostienen que Junqueras no estaba invitado, pero no le escondían las reuniones. Las mismas fuentes afirman que Junqueras se sacudía las responsabilidades y alegan una dejadez de funciones.
Por su parte, el entorno de Oriol Junqueras mantiene una versión distinta. Rechaza las acusaciones de dejadez en sus funciones y afirman que el dirigente republicano supo de la existencia de estas reuniones tarde. Todo ello es percibido como una fórmula de mandar la organización a la sombra, dejándolo a un lado y arrinconándolo.
El gran choque entre Rovira y Junqueras
Este funcionamiento interno paralelo demuestra un distanciamiento entre ambos líderes, que conduce a un gran choque en 2023. Oriol Junqueras tenía la intención de ser el candidato de ERC en lugar del president Pere Aragonès. En cambio, Marta Rovira consideraba que era necesario renovar los liderazgos y que apartar a Aragonès sería contraproducente, ya que deslegitimaría la obra del Gobierno liderado por los republicanos. La tensión entre ambos dirigentes llegó al punto de que se plantearon abrir a la militancia la cuestión para que eligieran entre Junqueras y Aragonès. Tras esta confrontación, Junqueras reúne a un equipo de confianza y los posiciona en la Diputació de Barcelona, desde donde prepararía su pulso interno.