Jornada compleja. Una funcionaria de la Institució de las Lletres Catalanes (ILC) ha asegurado que Laura Borràs, como directora de la entidad el año 2013 "les presentó Isaías Herrero" y les explicó que sería él quien realizaría la actualización de la página web de la ILC antes de presentarse ningún contrato, según ha declarado este miércoles, en la quinta sesión del juicio en el TSJC. Assumpta Pagespetit, responsable de la gestión administrativa de la Institució, ha detallado "varias irregularidades" que detectó en los trabajos sobre la web, al descubrir que todas estaban adjudicadas a Herrero y que en el 2014 "propuso a Borràs hacer un procedimiento o contrato negociado para abrir la libre concurrencia, como fija la ley", y Borràs le dijo que no porque eran proyectos diferentes. "Estaba claro que todos los trabajos los hacía Herrero y lo sabía todo el mundo. Los proyectos se adjudicaban en diferentes empresas, pero los hacía Herrero", ha asegurado Pagespetit. "Me contuve porque no quería poner más leña al fuego", ha contestado la funcionaria cuando Isabel Elbal, abogada de Borràs, le ha preguntado por qué ha dado tantos detalles en el juicio, que "no hizo ante la Guardia Civil ni ante la magistrada de instrucción".
La fiscal Teresa Duerto, que ha dirigido los interrogatorios, ha insistido a Pagespetit: ¿Borras les presentó Herrero? "Sí", ha contestado la entonces responsable de gestión de la Institución. Assumpta Pagespetit también ha declarado que ella le dijo a Herrero que no le presentara las ofertas de otras empresas: "No me gustaba. Lo tenían que hacer las mismas empresas." La Fiscalía pide para Borràs y Herrero 6 años de prisión y 21 de inhabilitación por los delitos de falsedad documental y prevaricación por haberle concedido 18 contratos, que suman 309.000 euros. Herrero podría tener una rebaja de la petición de castigo al inculparse e incriminar en Borràs.
En la vista, también ha declarado Roger Espar, que sustituyó a Pagespetit en la gestión del 2014 en abril de 2015, y ha asegurado que la presidenta de Junts decidía todos los contratos en la ILC, y que Borras le dijo que el contrato negociado se haría en el 2015, pero que no lo hizo. Espar era acusado inicialmente por la Fiscalía por esta gestión bajo sospecha.
Reuniones por la contratación
Assumpta Pagespetit ha explicado al tribunal las estrictas recomendaciones del Departament de Cultura con respecto a los contratos menores, que tenían un límite de 18.000 euros, e incluso que "no se podía repetir año tras año al mismo adjudicatario". La profesional ha indicado que hizo llamar a un responsable del Departament de Cultura para que explicara a Borràs el sistema de contactos.
Joan Muñoz, jefe del servicio de gestión económica de la dirección de servicios del Departament de Cultura, ha confirmado al tribunal que fue a la Institución y explicó "las recomendaciones" del Gobierno de los tres presupuestos y la circular del 2014. También ha asegurado que alertó a la Intervención de la Generalitat que "se habría estado fraccionando contratos" y que dos responsables hablaron con Borràs.
"Estaba obligada a hacer cumplir las instrucciones del secretario general del Departamentode Cultura", ha respondido Pagespetit a la abogada de Borràs, Isabel Elbal, en un tensado interrogatorio. "Se hacían unas irregularidades que no me gustaban y que no quería que se perpetuaran a la Institución de las Letras Catalanas", ha insistido la funcionaria.
Por otro lado, a preguntas de la fiscal, Roger Espar, ha detallado que acompañó Borràs a una reunión al Departament de Cultura en el 2014, donde la interventora alertó a Borràs que el 100% de la contratación de la Institució eran contratos menores, y que Borràs las defendió y que eran correctos. También ha indicado que la web de la Institució no estaba incluida en el área TIC del Departament de Cultura, y ahora sí.
Espar ha admitido -a preguntas de Elbal- que la Fiscalía le retiró la acusación recientemente cuando aportó a la causa dos audios de VhatsApp de Borràs: una que le preguntaba si los Mossos eran a la Institución, el 2108, y otro que pagaran una factura a Borràs.