Ya hace años que Catalunya está inmersa en un debate público sobre la cada vez más disminuida presencia del catalán en determinadas zonas del país. Sin embargo, esta situación, la de una lengua minoritaria que trata de sobrevivir frente a una de talla mundial, no es única.
En la República de Irlanda todo el mundo habla inglés: a todas horas, en todo ámbito y, casi, para cualquier situación. Pero esta no es la primera lengua del país o, al menos, así está establecido en la Constitución del país, que reserva este lugar para el gaélico irlandés.
Sin embargo, su situación es difícil, agónica según se mire. De hecho, la UNESCO lo ha calificado como "lengua en peligro de extinción". Y es que según los datos de la Central Statistics Office, la oficina nacional de estadística, de los casi cinco millones de habitantes sólo 1.761.420 lo hablan, cifra que supone el 37%. Pero es que sólo 73.803 personas (1,55%) dicen utilizarlo de manera diaria fuera del ámbito educativo y, según la organización Conradh Gaeilge, un total de 20.586 habitantes (0,43%) lo tienen como lengua nativa en las áreas rurales, tradicionalmente de habla irlandesa.
Un estado detrás
Desde que Irlanda se convirtió en un estado independiente del Reino Unido en 1922, sus instituciones han dado apoyo y fomentado el uso y el conocimiento del gaélico irlandés, prohibido y ridiculizado durante siglos de colonización inglesa. "Las instituciones gubernamentales dan apoyo al irlandés y las infraestructuras de la lengua -radio, televisión, literatura- están muy desarrolladas", explica a ElNacional.cat el doctor Eoin Mac Cárthaigh, profesor del departamento de Gaélico irlandés del Trinity College de Dublín.
Sin embargo, Mac Cárthaigh añade que aunque "el irlandés es enseñado a la mayoría de alumnos de la República, la mayoría de angloparlantes no consiguen el dominio de la lengua irlandesa". Esto se explica, entre otras cosas, porque "una minoría de niños fuera de la Gaeltacht [la zona rural de habla tradicionalmente irlandesa] va a las escuelas donde el irlandés sea la lengua vehicular". Concretamente, sólo el 7,4% de los estudiantes de primaria tienen el irlandés como lengua vehicular, y en secundaria la cifra baja hasta el 3%.
Otra ventaja con que cuenta el gaélico irlandés, gracias a tener un estado detrás, es la oficialidad de que disfruta a la Unión Europea desde el 2007. Esta oficialidad contrasta con la discriminación al catalán, que a pesar de disponer de muchos más hablantes no disfruta de este estatus.
Cuando la independencia (sólo) no sirve
Tener un estado independiente supone una ventaja para la supervivencia y el crecimiento de la lengua, y Mac Cárthaigh lo reconoce comparando la situación del gaélico irlandés con la del gaélico escocés, "el cual no ha recibido un apoyo significativo hasta 1980". Pero esto "no es suficiente para que una lengua pueda sobrevivir", expresa contundentemente. "La gente tiene que querer hablar la lengua para que prospere y tiene que querer vivir en una sociedad que la valore y la priorice", añade.
El irlandés nunca reemplazará el inglés y mucho poca gente lo quiere
Preguntado sobre si no perjudica al irlandés la convivencia con una lengua tan fuerte como el inglés, Mac Cárthaigh no se muestra partidario de suprimirla a pesar de admitir que el hecho de que esta última sea la "lengua mundial del cine, la música y la cultura juvenil" dificulta implantar un sistema real de bilingüismo en la isla.
De hecho, la agonía del irlandés es de tal magnitud que el doctor Mac Cárthaigh cree que "el irlandés nunca reemplazará el inglés y muy poca gente lo quiere". Mi deseo sería vivir en una Irlanda de habla irlandesa donde la gente también pudiera hablar el inglés pero que escogiera primero el irlandés si tuvieran la oportunidad de hacerlo. No creo que tener dos lenguas oficiales las mine. Para mí, lo que es crucial es que la lengua nacional [la lengua propia del país] sea priorizada de verdad, y no sólo de palabra, por la gente con poder e influencia", reivindica.
Cómo el irlandés cayó en el olvido
El gaélico irlandés es la lengua propia de Irlanda y, como tal, era hablada por la inmensa mayoría de sus habitantes. Así pues, ¿cómo se ha llegado a la agónica situación que vive ahora? Básicamente hay dos motivos: la colonización inglesa y la Gran hambruna irlandesa.
Todo empezó con la segunda invasión inglesa el siglo XVI, que de la mano de Enrique VIII pretendía revertir la asimilación de la lengua y la cultura gaélica que habían hecho los primeros colonos ingleses desde el siglo XII. "Empezó con la nobleza, que, cuando no fue borrada ni obligada a ir al extranjero, tendió a cambiar su fidelidad a la cultura y lengua inglesa", explica Mac Cárthaigh.
Después las instituciones irlandesas fueron sustituidas por las inglesas y las cortes y el Parlamento pasaron a ser exclusivamente de habla inglesa. "La mayoría de tierras eran propiedad de irlandeses nativos o de gente con orígenes ingleses muy antiguos hacia 1600. Un siglo después, a causa de la conquista, la mayoría de tierras pasaron a estar controladas por gente que había llegado a la isla después del siglo XVI", explica.
Fue así como el inglés se convirtió en la lengua de los propietarios y de las instituciones estatales y el irlandés se convirtió en una lengua estigmatizada, considerada de la gente pobre y sin posesiones. "Tener un estado independiente ha mejorado el estatus del irlandés respecto de la estigmatización postcolonial, sentimiento que todavía es muy fuerte aquí," denuncia.
Tener un estado independiente ha mejorado el estatus del irlandés respecto de la estigmatización postcolonial, sentimiento que todavía es muy fuerte aquí
El doctor en estudios gaélicos también sitúa la escolarización exclusivamente en inglés, impuesta por el gobierno británico durante la década de los 30 del siglo XIX, como una causa definitiva para el declive de la lengua propia de la isla. "Fue la manera que nuestros líderes abandonaran la lengua y animaran a la gente a hacer lo mismo", lamenta.
Mac Cárthaigh también recuerda la importancia de la Gran hambruna irlandesa en la desaparición de la lengua, que se produjo la década de 1840 y borró del mapa a más de dos millones de personas: uno murió y el otro emigró del país. De estos dos millones, la inmensa mayoría eran hablantes nativos de irlandés.
Un toque de alerta para el catalán
Ciertamente, el catalán dispone de mejor salud que el gaélico irlandés. Pero hay aspectos de la situación de este idioma que tendrían que poner en alerta atodos los que aman la lengua propia de Catalunya. El más fundamental es que ante una lengua de talla mundial como el inglés, ni el apoyo del Estado irlandés ni la oficialidad en instituciones como la UE están fomentando la supervivencia ni todavía menos el crecimiento de la lengua irlandesa, que muere cada día un poco más cada vez que alguien, ya sea desde Dublín, Galway o Limerick, decide empezar el día con un good morning en lugar de un maidin mhaith.