Dani Gallardo, el joven de 23 años encarcelado hace un año por los disturbios en las protestas en Madrid contra la sentencia del 1-O ha negado este viernes ante el tribunal que agrediera a los agentes que estaban intentando detener a su amiga —y también acusada— Elsa Vikki. Según ha explicado, los agentes estaban golpeando a su compañera y él intentó protegerla con su cuerpo.

"Prefería que me pegaran a mí que a ella", ha afirmado. Gallardo ha negado que utilizara ningún palo para golpear a los agentes –como sostienen la policía y la Fiscalía— ni que forme parte de ningún grupo antisistema. La Fiscalía pide para él seis años de prisión y el tribunal no prevé emitir sentencia hasta el mes de diciembre.

A preguntas de la Fiscalía, Gallardo ha declarado que no participó en la la concentración en favor de los presos políticos ni tampoco en los disturbios que tuvieron lugar en la plaza Santa Ana, y que no atravesó contenedores ni lanzó objetos a la policía. Tampoco increpó a los peatones ni cogió el palo que consta. Según ha apuntado, actuó únicamente para defender a su compañera, a quien los agentes estaban agrediendo.

Su amiga Elsa Vikki —para quien la Fiscalía pide dos años de prisión—también ha negado que los dos participaran en la concentración ni en los disturbios, y ha apuntado que estaban tomando unas cervezas cuando tuvieron lugar los incidentes. Según Vikki, los dos corrieron "por miedo" cuando los antidisturbios cargaron, pero a ella le dio un ataque de ansiedad, hecho que permitió que un policía la alcanzara y la golpeara con la porra.



Los dos han negado que Gallardo cogiera un palo y agrediera al agente que estaba intentando detenerla. Según ha apuntado, en aquel momento tenían alrededor entre cinco y siete agentes que causaron lesiones a la chica.

Los testigos

Entre los testigos que han declarado están los agentes antidisturbios que formaban parte de aquel dispositivo. Uno de los policías ha explicado que aquella tarde la concentración —comunicada a la autoridad— reunió a cerca de 600 personas y que los antidisturbios tuvieron que reprimir paralelamente la aparición de grupos de extrema derecha que pretendían reventar la manifestación y que habían provocado ya alguna pelea con los manifestantes.

Según el agente, después de este momento un grupo de cerca de 70 personas que habían participado en la concentración a favor de los presos se separó del grupo y empezó a lanzar adoquines a la policía en las inmediaciones del Congreso de los Diputados. Después hubo "disturbios por toda la ciudad", en referencia al centro de Madrid.

Apoyo a las puertas de los juzgados

Gallardo ha testificado ante el tribunal en esta primera jornada del juicio, que tendrá una segunda sesión el 17 de noviembre.

En la puerta de la Audiencia Provincial de Madrid se han concentrado una veintena de miembros del Movimiento Antirrepresivo, y también ha asistido la portavoz de JxCat en el Congreso, Laura Borràs, y las diputadas de ERC Carolina Telechea y Montserrat Bassa, que han expresado su solidaridad con lo que consideran un nuevo ejemplo de la represión del Estado a las protestas por la sentencia.