Después de que el pasado miércoles el eurodiputado Francesc Gambús anunció su intención de abandonar Unió Democràtica de Catalunya (UDC) a pesar de mantener el escaño al Parlamento Europeo, este viernes ha querido justificar su decisión, entre otras razones, por el inmovilismo de la dirección, la incapacidad de regenerarse y la necesidad de evitar “el enésimo combate intestino”.
Por medio de una larga y dura carta dirigida a los militantes de UDC, Gambús ha querido dejar claro su compromiso con el partido durante veinte años de militancia, para añadir que la actual situación -con una formación sin representación institucional más allá de los ayuntamientos y en quiebra económica- es fruto de los “errores” cometidos, como “no defender con bastante contundencia los planteamientos que nos hicieron ganar la consulta interna del 14 de junio”, que habrían permitido atraer “más votos hacia las urnas tanto el 27 de septiembre como el 20 de diciembre”.
No defendimos con bastante contundencia los planteamientos que nos hicieron ganar la consulta interna del 14 de junio con el fin de atraer más votos hacia las urnas tanto el 27 de septiembre como el 20 de diciembre
También considera que UDC “apareció demasiado cerca de los poderosos y demasiado alejada de la calle”, pero sobre todo crítica el funcionamiento interno de la formación en los últimos meses, en especial el inmovilismo de la dirección, ya que considera que “algunos mantienen y quieren mantener intacta su capacidad de influencia”. “Han anunciado que quieren abandonar los cargos, pero no tienen ninguna intención de permitirse ningún tipo de enmienda al pasado reciente del partido” continúa la misiva, aunque no menciona ningún nombre concreto.
Por todo ello, Gambús considera que el partido ha perdido la capacidad de regenerarse, que ya no es una “oportunidad real”, ya que en el seno del partido hay personas que “creen necesario seguir no sólo influyendo, sino desbaratando cualquier intento de renovar el partido y llevarlo hacia adelante, hacia el siglo XXI”. “De esta coyuntura se hace absolutamente inútil tener ningún tipo de aspiración inteligente a regenerar el partido”, continúa Gambús, que defiende que “Unió no necesita, para regenerarse, del enésimo combate intestino”.
De esta coyuntura se hace absolutamente inútil tener ningún tipo de aspiración inteligente a regenerar el partido
Asimismo, Gambús asegura que su permanencia en Unió habría comportado afrontar una batalla que, “ganara quien la ganara, daría como resultado un partido muerto. Una batalla en que no estaría dispuesto -porque no he estado nunca- a utilizar malas artes y juego sucio".
Finalmente, Gambús defiende el mantenimiento del escaño porque se considera “legitimado para seguir ejerciendo esta responsabilidad que no me dio Unió, sino que me dio la ciudadanía de Catalunya con su voto”. Es más, asegura que Unió sólo le dio una “oportunidad forzada” para presentarse a las elecciones europeas y recuerda que de los que lo apoyaron durante la campaña “muchos ya no están en Unió”. “Seguiré trabajando desde Bruselas en nombre de los ideales de Unió en mi condición de independiente y por Catalunya”, remacha Gambús.