El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón dará guerra al independentismo hasta su inminente jubilación en octubre de este año. El polémico magistrado ha vuelto a tumbar la recusación contra su persona puesta por parte del directivo de Òmnium Oleguer Serra, imputado por el caso de Tsunami Democràtic, donde el juez español ve indicios de un supuesto terrorismo y mantiene investigadas a 12 personas. Se trata de la segunda vez que García-Castellón gira la recusación que le demanda el acusado, como ya hizo en noviembre de 2023, de forma que él mismo resuelve que no debe ser apartado del caso.
En el auto en el cual ha tenido acceso El Nacional, el titular del juzgado central de instrucción 6 ha considerado que ni se han vulnerado las normas esenciales del procedimiento, ni se ha causado indefensión al investigado, tal como este denunciaba. Además, ha apuntado que la recusación "carece de los requisitos formales más elementales exigidos para su tramitación", ya que no está firmada por el recusante, ni se acompaña de poder especial. Al mismo tiempo, ha indicado que tampoco se ha producido ratificación. Por todo ello, el juez ha valorado que la petición no resultaría admisible por esta vía, como sí que pasó con la recusación del jefe de la oficina del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay.
Los argumentos que esgrime el magistrado son los mismos que argumentó la primera vez que declaró nula la recusación, al considerar que el texto que ha presentado a los abogados de Serra, Benet Salellas y Mònica Tarradellas, es lo mismo que la primera vez que se denegó. García-Castellón no ve que haya motivos para ser recusado porque, según indica la sentencia, no se aprecia que haya una "falta de jurisdicción o de competencia objetiva o funcional" por su parte para abordar el caso o "violencia o intimidación que afecte este tribunal".
Misma situación del acusado Oriol Soler
Poco antes, además, el magistrado García-Castellón también inadmitió la recusación que le interpuso a otro imputado por el mismo caso de Tsunami Democràtic, el empresario Oriol Soler, en la cual argumentó que la recusación era "extemporánea porque se podía haber hecho antes", según la defensa del acusado. "Ahora, como este argumento no era válido para Oleguer Serra dice que es evidente que Oleguer Serra conocía previamente la existencia del procedimiento y que aunque no nos tuvo por comparecidos cuando lo habíamos pedido en primavera... Al final tenía en conocimiento. En fin, no sé cómo quería que lo recusáramos si él mismo no nos quería tener por comparecidos. Es un argumento perverso. Si estás comparecido, te ha pasado el tiempo y si no estás comparecido... Pues también. Ahora, apelación", lamenta la defensa de Serra.