Emiliano García-Page, presidente de Castilla y La Mancha, siempre ha sido uno de los barones socialistas más duros contra el independentismo catalán y especialmente contra el president Pugidemont. En este sentido, y con los anuncios sobre una reforma de la sedición, Page ha reclamado que antes de que el gobierno presidido por Pedro Sánchez negocie cualquier tipo de modificación de este delito con los independentistas, Puigdemont haya vuelto a España de su exilio a Bélgica, y "se haya sometido a los tribunales". Hoy por hoy, con el president y el resto de exiliados fuera del Estado, todavía no se puede hablar seriamente" de modificar el Código Penal.
"Estoy en Bruselas y no me he encontrado con Puigdemont, pero también se lo diría, antes de poder hablar de verdad en España sobre una cosa de que afecta un delito por el cual se le quiere juzgar tiene que volver y someterse a los tribunales. Eso para empezar", ha asegurado en declaraciones en la prensa en la capital europea antes reunirse con el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski. En la misma línea, ha insistido en conocer primero el "planteamiento concreto" del Ejecutivo, asegurando que de momento hay muchas "artimañas y retórica" en torno al posible cambio en el Código Penal para reformar el delito de sedición y rebajar las penas.
Page, en contra de la reforma de la sedición
Según ha comunicado Pedro Sánchez a los periodistas que los siguen por su viaje a África, cualquier proyecto de reforma del delito de sedición dependerá de ERC y su compromiso a dar apoyo a lo que él plantee. Eso pasaría para que dieran apoyo a la tramitación de la reforma y también que el partido asuma que en el marco del 1-O se cometieron delitos. Mientras tanto, en Madrid, la ministra Maria Jesús Montero, ha anunciado que el Ejecutivo tiene la intención de llevar al Congreso la reforma de la sedición, y ha desvinculado la cuestión de la aprobación de los presupuestos generales del Estado.
Aun así, García-Page va a la suya (no es la primera vez que desautoriza el Gobierno con alguna declaración incendiaría), y ha declarado que en España "hay muchos globos sonda y mi opinión, cuando lo tenga que dar, será clara y rotunda", dando pistas sobre su negativa a tocar el Código Penal, ya que cree que "la escalada independentista tiene que tener una consecuencia penal grave, se puede decir cómo quiera, pero la Constitución necesita tener autodefensa". A pesar de estas declaraciones, dejando poco margen a la imaginación sobre su posición, ha lamentado que lo que se está produciendo ahora sea un debate basado en especulaciones sobre la reforma, mientras espera que antes pasen por la justicia "los que se han fugado", ya que reformar la sedición podría suponer una rebaja de la pena, que ahora llega a 15 años, y podría afectar a los exiliados.