El presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha advertido hoy que para gobernar España "no puedes reinventarla ni ponerla boca abajo" para "ganar cuatro votos al PSC o otros partidos" y ha subrayado que su objetivo es que "el PSOE no acabe siendo una sucursal de Podemos".
García-Page se ha pronunciado así en un encuentro informativo organizado por el Digital de Castilla-La Mancha, en la que ha recordado que tiene "discrepancias" con el candidato socialista a las primarias Pedro Sánchez, ya que Page llegó a dimitir de su Ejecutiva, y ha afirmado que intuye que Susana Díaz aspirará a liderar al PSOE, si bien ha dicho que él lo que quiere es "dar apoyo a proyectos". En caso de que ganara las primarias Sánchez, García-Page ha opinado que los socialistas entrarían "en una etapa de incertidumbre" y, con eso, ha lamentado que lo que escucha del planteamiento que hace el candidato no "responde a las preguntas ni a las necesidades que tiene el PSOE de hoy, abre problemas nuevos".
García-Page también ha advertido que ni España ni el PSOE pueden entrar a jugar con lo que es el país, con lo que es el debate constitucional, ni estar acomplejados ni resignados con Podemos. "Apostar que España sea plurinacional no es de izquierdas: eso es ser nacionalista o hacerle la gara-gara a los independentistas. El PSOE no es nacionalista y aun menos plurinacionalista", ha subrayado el también secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, quien se ha preguntado si el presidente de Catalunya, Carles Puigdemont, "es ahora de izquierdas".
Por otra parte, con respecto a la posibilidad de que el Gobierno llegue a aplicar el artículo 155 de la Constitución a Catalunya, el presidente del Ejecutivo autonómico ha opinado que "hay mucho margen de maniobra" antes de aplicar este artículo y ha apostado por "no hacer el favor a los independentistas especulando con ello".