La ausencia del presidente del grupo de Vox, Ignacio Garriga, cuando ha llegado su turno de intervención ha obligado a interrumpir el pleno mientras en el hemiciclo comparecía el president, Pere Aragonès para dar cuenta de su nuevo Govern.
Cuando la presidenta de la Cámara, Laura Borràs, ha llamado a intervenir al diputado de Vox, Garriga no ha respondido. Después de unos instantes de incertidumbre en que Borràs ha interpretado que el diputado se dirigía al atril por fuera del hemiciclo, se ha dado cuenta que, en realidad no estaba.
"Dé continuidad al pleno"
Pasados unos instantes, Garriga no llegaba y el pleno, interrumpido. Hasta el punto que el portavoz de los comuns, David Cid, ha pedido la palabra para advertir que si el diputado no estaba convendría dar la palabra a otro grupo. "Si renuncia al turno de palabra, le pido que dé continuidad al pleno", ha reclamado.
Después de consultar al letrado mayor, Borràs ha instado a otro diputado de Vox a tomar la palabra o a ceder el turno.
"No lo sabíamos hemos pecado de novatos", se ha disculpado desde el escaño otro diputado de Vox al cual Borràs ha reprendido advirtiendo que "es obligación de los diputados asistir al pleno". "Pensabamos que intervendrían Junts o ERC", ha argumentado el parlamentario de ultra derecha.
Bar o mascarilla
Mientras tanto, Garriga emprendía una carrera por los pasillos, según algunos de los presentes, provenía del bar dando una vuelta por los pasos perdidos de la Cámara. Desde el grupo se aseguraba que Garriga había tenido un problema con la mascarilla.
Dentro del hemiciclo y ante su ausencia, la presidenta ha acabado por dar la palabra al cuparie Carles Riera. Cuando el líder de Vox ha irrumpido en el hemiciclo, sin decir ni mu, el cupaire Riera ya bajaba por las escaleras para dirigirse a la tribuna y ha frenado en seco.
¿Mascarilla?
Garriga ha enfilado tranquilamente escaleras arriba hacia su escaño sin decir nada como si nada hubiera pasado. Curiosamente, tampoco se ha sentido aludido cuando la presidenta le ha dicho: "me indican que se le había roto la mascarilla". Se ha sentado como si todas las miradas no estuvieran siguiendo sus movimientos.
"Estábamos esperándolo", le ha explicado Borràs. De nuevo, Garriga se ha levantado de su escaño y se ha dirigido a la tribuna. "Gracias, señora presidenta, y perdone la situación excepcional", ha dicho como única explicación antes de enfilar la intervención en qué curiosamente ha advertido a Aragonès: "No le daremos ni un minuto de gracia".