No es noticia que Ignacio Garriga, el líder de Vox en el Parlament de Catalunya, utilice su turno de palabra al pleno para extender el odio que caracteriza a su formación política. Este miércoles, sin embargo, ha ido más allá y ha comparado la Catalunya del 2023 con la Alemania nazi de los años treinta durante su discurso que ha provocado la indignación de la mayoría de los diputados ante la gravedad de sus afirmaciones. Rápidamente, la presidenta del Parlamento, Anna Erra, ha cortado el micrófono en Garriga para advertirlo que no puede pronunciar discursos que pronuncian apología de la violencia. Con todo, el ultraderechista no ha rectificado sus afirmaciones y ha criticado a la exalcaldesa de Vic: "No hay nada más fascista que apagar micrófonos o imponer multas económicas a la oposición". Aunque quería seguir hablando, Erra  le ha vuelto a cortar el micrófono porque había agotado su turno de palabra haciendo este tipo de comparaciones.

Todo y que el punto álgido del discurso ultra de Garriga ha llegado cuando  ha comparado Catalunya con la Alemania nazi, todo su parlamento estaba lleno de comentarios irrespetuosos que no solo ha dirigido hacia Pere Aragonès, sino también cabe al cabo de la oposición, Salvador Illa, que en las últimas semanas se ha convertido en la diana de sus críticas por los pactos entre el PSOE y los partidos independentistas para investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Volviendo a utilizar el término "golpe de estado" para referirse al referéndum de autodeterminación del 1 de octubre, Garriga ha asegurado que este año se ha consumado otro con el pacto por la ley de amnistía, aunque encuentra diferencias: "Al contrario del 2017, han contado con un aliado perfecto en La Moncloa, Pedro Sánchez, y también Salvador Illa. No sé cómo no le cae la cara de la vergüenza después de mentir abiertamente al pueblo de Catalunya", ha criticado al líder de Vox en Catalunya en referencia al jefe de la oposición.

Aragonès y Illa, intercambiables, según Vox

Garriga también ha hecho referencia a la figura del verificador internacional que tanto Junts como ERC han pactado para su mesa de diálogo particular con el PSOE para hacer seguimientos de los acuerdos que han permitido a Sánchez mantenerse en la Moncloa después de las elecciones del 23-J. "Ahora intentan imponer a un mediador internacional para humillar una vez más la nación", ha empezado el diputado, aunque después ha considerado que este resultaría inútil por qué tanto ERC como Junts como el PSC comparten el mismo proyecto político: "Son indistinguibles", ha dejado clara Garriga, asegurando que Illa podría intercambiar sus cargos con Aragonès y que nadie se daría cuenta de ello. "Defienden lo mismo, atacan a la familia, niegan el derecho a la vida, promueven las mentiras feministas e inundan las calles de inmigración para romper los barrios", ha concluido Garriga, dotando de su habitual tono racista su discurso.

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