El espacio de torturas que fue la jefatura de Via Laietana tiene que cerrar. Es un clamor compartido por una multitud de voces, tanto sociales como institucionales. Desde hace años, varias cámaras como el Ayuntamiento de Barcelona, el Parlamento y el Congreso de los Diputados han aprobado mociones con el fin de resignificar esta comisaría de la Policía Nacional que durante el franquismo y también la transición fue el escenario de la represión del Estado contra la disidencia. Y no hay que ir muy lejos para encontrar la última ofensiva de la sociedad contra el espacio: hace menos de un mes se presentó la primera querella criminal por torturas durante la dictadura y 176 entidades de 20 países reclamaron el cierre de la jefatura para ser un "vestigio del terror" de aquella época oscura.
Aunque esta demanda la ha recogido también el Govern de la Generalitat, hasta ahora se ha avanzado poco en este camino. Pero la consellera de Justicia, Derechos y Memoria, Gemma Ubasart, ha confirmado hoy que el cierre de la jefatura de Via Laietana será una de sus prioridades de la legislatura. "El objetivo es, en este mandato, hacer realidad la resignificación y el cierre de la comisaría", ha confirmado. Y no solo se ha limitado a palabras, sino que también ha asegurado que el ejecutivo ya ha puesto en marcha "contactos" con otros actores con el fin de avanzar en este sentido.
"Con la necesidad del cierre de la comisaría de Via Laietana nos encontramos casi toda la cámara", ha sentenciado, recordando que incluso los socialistas han posicionado a favor en el pasado, también al Congreso de los Diputados. Enfrente de las críticas de la derecha, Ubasart ha recordado que tomar una decisión de este tipo y cerrar una jefatura de la Policía Nacional "no sería nada extraño". "Es lo que han hecho otros países de Europa", ha remarcado. Eso sí, para conseguir el objetivo no será suficiente el empuje del Gobierno: "las diferentes instituciones catalanas, municipales y españolas tienen que ir a la una", ha subrayado, urgiendo los actores a trabajar conjuntamente para hacer realidad este reclamo.
545 individuos recuperados en fosas desde 2017
Por otro lado, la consellera también se pronunció este martes sobre otra prioridad de su departamento, que son las políticas de fosas. Ubasart lamentó el atraso a la hora de descubrir las personas enterradas en fosas comunes, pero aun así ha celebrado que el balance de trabajo hecho es "positivo". Con los datos en la mano, ha explicado que en Catalunya ya se ha identificado 887 localizaciones, una cifra que sube hasta 943 si se tienen en cuenta los espacios en superficie. En estas fosas se han podido recuperar ya 545 individuos desde 2017, si bien solo se han identificado a 30. "Esto son centenares de familias que no han podido enterrar sus familiares. Tenemos que continuar avanzando", ha advertido. Precisamente esta semana ha saltado en la primera página de la actualidad el caso de Cipriano Martos, militante antifranquista de quien ahora se han iniciado los trabajos para desenterrar sus restos a Reus.