El conseller de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Raül Romeva, ha presentado el Plan de fosas 2017, año en el cual se conmemora el 80º aniversario del estallido de la Guerra Civil y el 85º de la proclamación de la Segunda República.
Este Plan contempla una cincuentena de actuaciones en fosas de desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura franquista para el año 2017 y incluye acciones en fosas y restos óseos repartidos por todo el país (4 en el Alto Pirineo y Arán, 6 en el Campo de Tarragona, 3 en la Catalunya Central, 1 en Girona, mínimo 8 en Lleida y mínimo 20 en las Tierras del Ebro).
Con respecto a los criterios de selección son: solicitudes existentes, situación y estado de los restos, nivel de documentación y confirmación de la existencia de las fosas o restos y territorialización. El conseller Romeva ha dicho que el objetivo es contribuir en la recuperación de la memoria histórica y consolidar un país y una sociedad de paz.
La exhumación de restos de personas desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura franquista complementa las tareas, realizadas por el mismo Departamento, de geolocalización de fosas y del Programa de Identificación Genética.
Fosas y restos en superficie
El Plan de actuaciones para el 2017 incluye tanto las actuaciones previstas a corto plazo como la sistematización de los protocolos de actuación y la planificación de futuras intervenciones. Las actuaciones previstas se plantean con la previa deliberación de la Dirección general de Relaciones Institucionales y con el Parlamento, y con la valoración del Comité técnico.
La tipología de las actuaciones será en fosa o restos óseos en superficie. La fosa es el sitio de inhumación de unos o más restos de individuos no reclamados o no identificados. Las fosas pueden ser individuales o colectivas y pueden estar dentro o fuera de cementerio. Los restos óseos en superficie generalmente corresponden a soldados muertos en combate que no fueron inhumados correctamente o que los enterraron en zanjas y que afloran en la superficie por erosión o alteraciones del terreno. Los restos en superficie, si se encuentran en conexión, pueden indicar la existencia de una fosa.
Desde 1999 se han registrado 66 actuaciones de recogida de restos óseos humanos encontrados en superficie, correspondiente a un número mínimo de 164 personas (no se han podido identificar) y 18 actuaciones en fosas, correspondientes a 57 personas, de las que se han podido identificar 7.