Polémica lingüística. La Generalitat impuso el castellano en una formación para trabajadoras del hogar en contra de la voluntad de la formadora que lo impartía y de lo que estipulaba en el contrato. Concretamente, la formadora ha denunciado que la Direcció General de Cures, Organització del Temps i Equitat en els Treballs, que depende del Departament d'Igualdad i Feminismes de la Generalitat de Catalunya, "cedió a las demandas de algunas personas inscritas que a la primera sesión de la formación la habían interrumpido para exigir que cambiara de lengua", según ha comunicado este lunes Plataforma per la Llengua. Así, la dirección general decidió que la segunda sesión se tenía que hacer en castellano y obligó a la formadora a incumplir el contrato, donde se estipulaba que el cursillo se tenía que hacer en catalán.
La formación era en línea, constaba de dos sesiones y tuvo lugar el 19 y el 21 de octubre. Un día antes de la primera sesión, una técnica de la dirección general envió un correo electrónico a la formadora, donde explicaba que alguna de las personas inscritas había pedido que la formación se impartiera en castellano. Plataforma per la Llengua ha tenido acceso al mail y ha revelado una de las recomendaciones que se hacían: "Aquí puedes actuar a tu criterio, siempre que empieces en catalán, pero si después consideras cambiarte al castellano, ningún problema".
Interrupciones por el catalán
La formadora ha relatado que cuando el día de la primera sesión las asistentes vieron que se dirigía en catalán empezaron a interrumpirla con intervenciones orales y de mensajes al chat para pedirle que cambiara al castellano. Ella argumentó que el catalán era su lengua materna, que se expresaba mejor y que era una formación de la administración pública, motivo por el cual tenía que hacerse en la lengua propia del país. Igualmente, las interrupciones continuaron y las dos técnicas responsables de la formación tuvieron que intervenir, pidiendo a las asistentes que dejaran trabajar a la formadora. Nadie abandonó la sesión, que concluyó con 51 personas.
Al día siguiente de la primera sesión en catalán las dos técnicas comunicaron a la formadora que la dirección general había decidido que la segunda parte de la formación tenía que ser en castellano. Curiosamente, antes de impartir la segunda sesión recibió el contrato, donde se especificaba que las clases tenían que impartirse "en lengua catalana, a menos que la persona designada no pueda utilizarla con la fluidez requerida". Acto seguido, una técnica informó a las personas inscritas de que la segunda sesión se impartiría en castellano. La trabajadora mostró su disconformidad a la dirección general, pero se sintió obligada a cumplir la orden y a ponerse en contacto con la Plataforma per la Llengua para denunciar los hechos.
En manos de Política Lingüística
La entidad del catalán ha considerado "inaceptables" estas actitudes, "que perpetúan la subordinación lingüística que sufre el catalán y alimentan conductas perjudiciales a la normalización del catalán". "Además, el artículo 9 de la ley de política lingüística de 1998 establece que la lengua de uso normal de las administraciones es el catalán", han añadido. Plataforma per la Llengua también ha remarcado que "el Govern tendría que establecer para todos sus órganos unas directrices firmes y claras de protección y promoción de la lengua catalana para que no se produzcan episodios como este".
La organización ya ha puesto el caso en conocimiento de la Secretaria de Política Lingüística, que ha asegurado se están haciendo las gestiones necesarias para que esta situación no se vuelva a repetir en ningún departament de la Generalitat. Además, la plataforma también se ha reunido con la consellera de Igualtat i Feminismes, Tània Verge, y la secretaria de Feminismes, Montserrat Pineda, que se han comprometido de manera explícita a velar para que el catalán sea la lengua utilizada a todas las formaciones. Recordamos que el Govern asistió a la manifestación en defensa de la inmersión lingüística que se celebró este sábado en Barcelona.