El expresidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, Miguel Ángel Gimeno, y futuro jefe de la Oficina Antifraude a propuesta del presidente de la Generalitat Carles Puigdemont, ha defendido su currículum profesional en el mundo de la judicatura, así como su imparcialidad al frente del TSJC. De hecho, ha reivindicado una OAC "independiente".
Durante su comparecencia en la comisión de Asuntos Institucionales, el órgano encargado de valorar su idoneidad, ha defendido que los jueces "no podemos ser actores políticos de ninguna manera, pero en todo caso lo que no se puede pedir a un juez es que no aplique la ley".
De hecho, Gimeno ha reivindicado que cumplió "exclusivamente" con este principio durante su etapa al frente del TSJC. También se ha erigido como "a catalán" y como una persona que "conoce a la sociedad catalana". Además, durante su intervención inicial ha remarcado que la OAC "no puede ser instrumentalizada de ninguna manera", después del escándalo del caso Jorge Fernández Diaz. De hecho, ha dicho que "si el Parlament me pidiera que dimita como director de Antifraude, no tardaría ni 5 minutos".
Precisamente, PSC, CSQP y la CUP han celebrado la celeridad con la cual se ha buscado un sustituto de De Alfonso, que fue cesado por el Parlament el mes de junio por las conversaciones con el ministro donde quedaba de manifiesto en que querían construir casos contra los partidos independentistas. Mientras, C's se ha mostrado reticente con esta cuestión y el PP opina que Gimeno no es del todo un nombre de consenso.
Recuperar el prestigio
En el que sí han coincidido los grupos es que hay que recuperar como antes mejor el prestigio de la Oficina Antifraude. En este sentido, Gimeno constata que hay que hacer cambios y que su objetivo será "redefinir" una estructura que tenga como base una "institución independiente con un único punto de vista: el interés general".
Ahora bien, ha advertido que para que el OAC tenga "una nueva etapa", no es sólo responsabilidad del nuevo presidente, sino que hace falta que la cámara catalana también se ponga a trabajar. "Se tiene que transmitir a la sociedad catalana que el Parlamento está dispuesto a insistir y verificar que la oficina cumple con sus funciones. Es una responsabilidad también", ha lanzado. Sin embargo, Gimeno se ha comprometido a comparecer de nuevo en comisión.
La mayoría de los grupos de la oposición han aprovechado también para preguntar al futuro cabeza de la Oficina Antifraude si piensa mantener a la actual directora interina, Maite Masià, como número dos. Gimeno se ha limitado a decir que le tiene que dar "las mismas oportunidades", ahora bien, también ha reconocido que cuando "uno empieza quiere tener su equipo". Por lo tanto, deja la puerta abierta a prescindir de ella.