Contundente. Los datos de ejecución de las inversiones en Catalunya y en Madrid todavía colea. Los partidos independentistas ya han manifestado reiteradamente su rechazo a unas cifras publicadas la semana pasada y que constatan el centralismo del Estado: mientras que la Comunidad de Madrid vio cómo se cumplía un 180 % de las inversiones previstas, en nuestra casa solo se ha ejecutado un tercio del total. Las quejas han sido ruidosas, y este mismo martes las hizo oír a la senadora de Esquerra Republicana, Mirella Cortès, cuando interpeló al presidente español, Pedro Sánchez, para recriminarle la situación. El jefe del ejecutivo, sin embargo, desperdició la oportunidad para dar respuestas claras, y por lo contrario optó por negar el déficit de inversión y acusar al Govern de la Generalitat de incumplir también sus promesas presupuestarias, afirmando que su cifra de ejecución (focalizada en el dinero destinado a infraestructuras) fue del 57 %.
Pero el conseller Giró ha dejado Sánchez en evidencia por esta afirmación. Y es que, más allá de las infraestructuras de las cuales hablaba el presidente, hay otros factores que cuentan a la hora de cifrar las inversiones. "No quiero insistir con las cifras de la vergüenza ni la magnitud de humillación en que pasamos", ha afirmado, antes de rendir cuentas. Así, ha demostrado que, a 31 de diciembre del 2021, los departamentos de la Generalitat han cumplido sus promesas prácticamente al pie de la letra. "El porcentaje de ejecución de las inversiones de la Generalitat fue del 95,5 %. Ni el 35,7 % del Estado ni el 57 % que atribuye Sánchez. Autoexigencia, toda". Con esto, ha lanzado también un ataque a todos aquellos que han querido sacar partido del escándalo del 3% que afectó en su momento a Convergència i Unió. "Todos los catalanes tenemos un problema desde hace muchos años, y hoy no se dice 3%, se dice 36%", ha dicho en referencia a la ejecución del Estado español.
Giró también ha rematado con contundencia por el déficit del gobierno central, y ha constatado que se trata de un modelo de Estado que se practica con una mentalidad absolutamente centralista. "No duda a sacrificar la periferia para fortalecer la capital, sea con el PSOE o el PP, está compartido por todos los partidos", ha cargado. Y no solo eso: "Esta es la verdadera causa de los problemas de financiación: la glotonería de Madrid impone el hambre y el pan negro en los otros territorios, y particularmente en Catalunya. La voracidad de la capital solo se puede satisfacer con nuestro ayuno". Ante esta realidad, ha situado dos únicas opciones de salida: bajar la cabeza y esperar con clemencia, "como hacen los rehenes con los secuestradores", o persistir y trabajar para "huir del cautiverio y recuperar la libertad" con la independencia.
La hemeroteca delata
Para reforzar sus afirmaciones, el conseller no ha desperdiciado ninguna opción. También ha sacado a pasear la hemeroteca para delatar un incumplimiento alargado en el tiempo y un infrafinanciamiento crónico del Estado con Catalunya, en el cual ha situado a los socialistas también como críticos con esta realidad. Entre un total de seis ejemplos, ha recordado que el fundador del PSC Narcís Serra tildó de "rémora constante" la baja inversión en carreteras a Catalunya, y que la también diputada socialista Montserrat Colldeforns demostró que entre 1986 y 1988 los ciudadanos catalanes pagaban un 25 % más que el resto de habitantes del estado, y afirmaba que "las cifras hacen ver que la salida de dinero no se da a todas las regiones ricas" del país, en referencia a Madrid.
Canadell: "Esto viene de lejos"
Las palabras de Jaume Giró han venido como respuesta a una interpelación del diputado de Junts Joan Canadell, que también ha sido absolutamente tajante en relación con las finanzas. "Esto viene de lejos", ha dicho en referencia a la desinversión crónica que sufre Catalunya. "De hecho, viene de 1714, desde su victoria nos tratan como colonia, no solo en Catalunya sino que en todos los Países Catalanes". No solo eso, sino que se trata de una situación "predeterminada y continuada en el tiempo", que cree que en cualquier democracia se corregiría. Ahora bien, ha advertido que será imposible revertir esta realidad porque ningún tribunal tardofranquista lo reconocerá. "Para los gobiernos del Estado, los catalanes hace tiempo que no somos españoles. Ya nos gusta que nos consideren, pero no aceptamos ser ciudadanos de segunda", ha lanzado.