La polémica de los Juegos Mediterráneos continúa más abierta que nunca. Entre acusaciones y acusaciones por la escasa afluencia de público, la última anoche por parte del alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, que acusó a la CUP de llamar al boicot y de no dejarse ver en las graderías, ayer sacó la cabeza por la grada de la piscina olímpica un globo de color amarillo que reclamaba la libertad de los presos políticos bajo el lema "Free Catalonia".
El globo se quedó allí estancado porque, según ha podido saber El Nacional, los Mossos y la Guardia Urbana de Tarragona no dejaron que se elevara y lo tuvieron "como un globo cautivo todo el rato hasta agotar el gas de la bombona".
Lo que no sabían, sin embargo, es que desde el campo escogido para elevarse (aunque no lo pudiera hacer) facilitaría que el globo se viera desde las gradas de la piscina, donde, en aquel momento, había una persona sosteniendo una bandera española en primera fila y entre más asientos vacíos.