La Dirección General de Fondos Europeos del actual gobierno balear del PP ha ordenado anular la certificación del gasto de las mascarillas fraudulentas compradas a la empresa vinculada al caso Koldo y que se pagaron con fondos europeos Feder cuando era presidenta Francina Armengol, lo que supondrá no devolver el importe ya cobrado a la Unión Europea, pero sí que se descuenten de futuros pagos, según informa la agencia Europa Press.
Así lo ha adelantado el portavoz del ejecutivo balear y conseller de Economia, Hisenda i Innovació, Antoni Costa, que ha explicado que el ejecutivo balear sigue así el protocolo de lucha contra el fraude y de acuerdo con la normativa Feder. El expediente iniciado, ha señalado, se refiere, además de a los 3,7 millones que costaron las mascarillas, a 57.000 euros de transporte y a 150.000 euros de asistencia técnica.
"Hay riesgo de parálisis de futura financiación con fondos Feder", ha advertido Costa, que ha criticado los "cambios de versiones" del portavoz del PSIB, Iago Negueruela, que primero decía que las mascarillas eran defectuosas y ahora sostiene que se podían utilizar.
Además, Costa ha adelantado que la directora general del Tresor, Política Financera i Patrimoni, Susana Pérez, demandará a título individual a Negueruela por "involucrarla con falsedades" en la trama, en referencia a unas declaraciones en el pleno del Parlament balear, donde afirmó que estaba al corriente del procedimiento por sus cargos.
Una adquisición de mascarillas dudosa
Según el relato del conseller, el 24 de abril de 2020 se hizo el pedido de mascarillas, que se abonaron rápidamente a su recepción. Tras pedir el análisis de la partida a la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, el Ib-Salud (servicio de salud de las Baleares) recibió los resultados que constataban que las mascarillas eran defectuosas, por lo que se ordenó su retirada y almacenaje.
El 20 de noviembre de ese mismo año, la Dirección General de Fondos Europeos verificó el pago y determinó que el gasto de 3,7 millones era elegible en su totalidad en el contexto de los Fondos Europeos. En el expediente estaba el albarán de recepción y la factura, pero no los resultados de los análisis, dice Costa, extremo que habría imposibilitado contemplar el gasto como elegible.
Más tarde, el 11 de diciembre, el Ib-Salud reclamó la financiación con Fondos Feder y la Dirección General seleccionó el pago y lo certificó el 20 de diciembre.
Sin embargo, entre abril y junio de 2021, siguiendo el relato del conseller, técnicos de Fondos Europeos visitaron el almacén y constataron que las mascarillas existían, pero desconocían que eran defectuosas porque no contaban con los análisis de Trabajo.