Las alianzas autonómicas entre el Partido Popular y Vox han acabado por tensionarse con el tiempo. Los populares balears ya han tenido bastante del toma y daca con los de Santiago Abascal, así que Marga Prohens se habría decantado para dar un ultimátum: adelantará elecciones si no hay un acuerdo con Vox por los presupuestos de 2025. "Preferimos la estabilidad, aunque sea con un Govern en minoría", sostienen fuentes populares a El Español, las cuales sentencian: "No podemos estar pendientes de caprichos".

La decisión de adelantar las elecciones es meditada y consensuada con otros dirigentes populares balears. De hecho, el pasado domingo, Prohens se reunió con la dirección autonómica del partido y hubo un consenso mayoritario: "No aceptar más chantajes de Vox". Fueron los mismos presentes que animaron en Prohens ha convocado nuevos comicios si se enrocan las negociaciones.

La decisión contaría con el beneplácito del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. Aunque la estrategia de Génova no se enfocaría precisamente a acortar sus mandatos autonómicos, respetan la decisión de los populares balears.

La respuesta de Vox

Por su parte, Vox ha respondido a la amenaza de unas posibles elecciones anticipadas de forma desafiante. La portavoz del partido de extrema derecha en el Parlamento, Manuela Cañadas, ha afirmado que no tienen "ningún miedo" de enfrentarse a los populares. "Nosotros estamos preparados para ir a campaña electoral, no tenemos ningún problema y no tenemos miedo de acudir a las urnas", ha asegurado Cañadas.

Sobre la reunión de los dirigentes balears del PP el domingo, Cañadas ha afirmado que desde Vox se lo miran "como si estuviéramos en el cine con palomitas". Para Vox, el PP está cayendo al ejecutar políticas de izquierdas y afirman que los populares están influidos por lo que denominan "lobby catalanista".

El PP no se ha hecho esperar y se plantea pagar al partido de extrema derecha con su propia moneda. Para hacer tal cosa, los populares estudian abandonar al partido de Abascal en la votación sobre derogación de la ley de Memoria de las Balears." Ya que es un asunto que no estaba a nuestro programa... no tenemos que votar con un partido que ya declaró roto el pacto de legislatura", han afirmado desde el PP. Los populares consideran que han hecho todo el posible para estabilizar las relaciones con el partido de extrema derecha y recuerdan cómo evitaron la destitución del presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne, el mes de septiembre pasado.