El Gobierno celebra, todavía con la boca pequeña, la alianza entre el PSC y ERC para que Salvador Illa se convierta en president de la Generalitat. Después de cuatro días en los que las voces socialistas que se han pronunciado sobre el acuerdo con los republicanos han sido pocas (aparte de los barones críticos que han puesto el grito en el cielo), las reacciones continúan llegando con cuenta gotas. Después del aval de la militancia de ERC al preacuerdo con los socialistas, el primero dirigente que se ha pronunciado ha sido Félix Bolaños. A través de Twitter, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes considera que “la Catalunya del futuro está cada día más cerca” gracias a “grandes acuerdos entre diferentes” y al hecho de “ocuparse de lo importante para la ciudadanía”. Bolaños pone en relieve la “política con mayúsculas” y se congratula que con Illa de president, “Catalunya guanya y Espanya guanya”.

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Sumar subraya que el acuerdo PSC-ERC da “estabilidad” a la legislatura en España y “garantiza” su duración

Las celebraciones también han llegado desde el socio del PSOE en la Moncloa. Sumar se felicita por el hecho de que en Catalunya “se abre una nueva etapa política” con unos acuerdos que “dan estabilidad a la legislatura en España y garantizan su duración frente a los deseos de la derecha de desestabilización del Gobierno”. Ante las críticas que han llegado desde sus aliados, como Compromís o la Chunta Aragonesista, Sumar argumenta que el pacto PSC-ERC “puede suponer el inicio de una reforma integral del modelo de financiación para que sea más justo y solidario” que permita “abrir la puerta hacia una mayor federalización del Estado”. De hecho, el miércoles Pedro Sánchez sostuvo que era “incuestionable” que se estaban “dando pasos hacia la federalización del estado autonómico”.

Las reacciones de los dirigentes han llegado a través de Twitter. El ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, ha presentado como una “gran noticia” que “los tres principales partidos de izquierda de Catalunya hayan decidido abrir una nueva etapa” y hayan acordado “dibujar una agenda para un país con una financiación más justa y con más derechos para todos”. “Un buen día por el conjunto de los progresistas”, ha concluido.

También se ha pronunciado Íñigo Errejón, que ha hecho un balance en clave estatal. El portavoz de Sumar en el Congreso considera que, con el acuerdo entre ERC y el PSC, se abre una “oportunidad” para “encarrilar y consolidar” la legislatura española y para avanzar en la “democratización de la estructura territorial del Estado en un sentido plurinacional”. “Habrá quien quiera poner a los territorios a competir entre ellos, son los mismos que callan ante el dumping fiscal de quienes hacen regalos a los millonarios y quieren que los paguemos todos”, ha esgrimido en alusión a Isabel Díaz Ayuso. Y ha pedido “avanzar en una financiación suficiente para todos los territorios y en la redistribución de la riqueza de arriba a abajo”. “Entre clases, no entre pueblos”, ha zanjado.

Para el PP, es el “paso previo a un referéndum”

Tampoco se ha hecho esperar la respuesta del PP. Aunque todavía a medio gas. Dolors Montserrat ha situado la “independencia fiscal” como el “paso previo” a un referéndum: “También lo darán, y luego la independencia total”. La líder de los populares españoles en el Parlamento Europeo ha lamentado que Illa se haya “sometido al chantaje” de la cúpula de ERC “cediendo contra la igualdad y la solidaridad para lograr el poder” y se haya “arrodillado” ante sus “inadmisibles exigencias”. Ha sostenido que el PSC “siempre traiciona” y ha censurado que ERC haya logrado “tener al PSC bajo sus órdenes”. Para Montserrat, los socialistas catalanes están “incapacitados” para liderar una nueva etapa en Catalunya porque “representan la continuación del procés”.

Más tarde, se ha sumado Cuca Gamarra. La secretaria general del PP ha “exigido” a Sánchez que consulte a las bases del PSOE “si están dispuestas a entregar la igualdad y solidaridad entre los españoles a cambio de la presidencia para Illa”. “La cesión y el chantaje permanentes solo generan enfrentamientos y divisiones negativas para los españoles, especialmente para los que menos tienen”, ha argüido.

Tampoco se ha ahorrado los dardos dirigidos a ERC. Considera que sus bases “ven tan mal a su partido que prefieren salir del Govern e investir como presidente a un exministro del Reino de España con tal de no volver a las urnas”. Y ha insistido que este acuerdo es “otra línea roja del socialismo que con Sánchez desaparece”, igual que lo serán “las de referéndum y la independencia”.