Pirómano y bandarra. Así definió ayer el gobierno de Argelia al ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, cuando la relación entre los dos países pasa por su peor momento, después de que tanto él como Nadia Calviño hablaran de los vínculos entre Argel y Rusia, que estarían detrás de sus últimas decisiones. Estas palabras han provocado el enfado del Gobierno, que ha querido cerrar filas con el ministro y lo han defendido ante los insultos. Lo ha hecho la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, que ha considerado que las declaraciones, que se publicaron a través de su agencia de prensa oficial, APS, no son admisibles ni tolerables: "Inaceptables". Con todo, sin embargo, ha querido insistir en la importancia de recuperar las relaciones bilaterales con este país, en una entrevista en Telecinco. "Es inaceptable que un medio de comunicación introduzca y haga este tipo de comentarios contra nadie y mucho menos contra un ministro de exteriores del Gobierno de un país vecino, con el cual se han mantenido relaciones muy intensas durante décadas y con quien tenemos que volver a recuperar las relaciones tan pronto como sea posible".
La también ministra para la transición ecológica del Gobierno ha argumentado que no se dan las circunstancias necesarias porque esta relación actual, en la que ya han aparecido los primeros insultos, se mantenga en el tiempo. Esto se debe al hecho de que los intereses comunes de los dos países son mucho más amplios y estables que la tensión que ahora marca la situación "puntual". "Creemos que es un país confiable y se seguirá manteniendo y recuperando todo aquello que pueda verse afectado", ha dicho Ribera sobre los intercambios comerciales. En este sentido, ha destacado que la obligación del gobierno de Pedro Sánchez es mantener una relación "excelente con todos los países vecinos, aunque entre ellos pueda haber divergencias.
El contenido de la carta
Esta es la respuesta de Ribera, sin embargo, ¿qué decía ayer exactamente Argelia? A parte de pirómano y bandarra, señalaban directamente Albares como responsable del contexto actual: "Albares busca el diálogo con un lenguaje de contorno irrespetuoso y, sobre todo, indigno de su cargo". Las críticas duras contra el socialista no se quedan aquí: "Su figura contrasta con la de otros ilustres diplomáticos y ministros de Exteriores de España inscritos en el panteón de la diplomacia internacional". En el artículo, el gobierno argelino deja muy claro que, para ellos, José Manuel Albares es un "ministro amateur" y lo culpabilizan del cambio de posicionamiento del Gobierno sobre el Sáhara Occidental: "Ha ridiculizado a su ejecutivo aislándolo del Parlamento y de la opinión pública española". Finalmente, Argelia remata con la siguiente sentencia: "La historia no retendrá gran cosa de Albares. Exacerbando la crisis entre Argelia y España y rodeándola de un lenguaje propio de la Guerra Fría, Albares tampoco se hace más grande".
Efectos del tope del gas
En la misma entrevista, Ribera, ha recordado en el primer día de aplicación del tope del gas, que sin esta medida el MWh hubiera sido 75 euros más caro, hecho que demuestra su "eficacia". Aunque la reducción de precios del miércoles es inferior a la inicialmente prometida por parte deel Gobierno, Ribera ha recordado que "se ha producido una reducción que no es despreciable" y el Gobierno todavía tiene planteadas nuevas medidas –como la Ley de sostenibilidad del sistema eléctrico y la Ley del CO2- que "si se acumulan supondrán una reducción adicional" de la factura.
"Se ha producido una reducción con respecto a lo que hubiera sido la factura y creemos que hay que dar tiempo para que se vaya consolidando para poder tener una valoración real y si hay que introducir medidas adicionales", ha sentenciado. La ministra ha recordado también que si el precio de la electricidad no ha bajado de forma importante este miércoles es fruto de la demanda por el incremento de la temperatura, la reducción de la energía eólica y de la fotovoltaica. Según los datos del Gobierno, este miércoles el precio de la electricidad en el Estado está en 165,6 euros el MWh, un precio inferior a la mayoría de los estados europeos (Francia 233; Italia 250; Alemania 212; el Reino Unido 197).