El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha trasladado este lunes que confía en un acuerdo entre el gobierno norteamericano de Donald Trump y Repsol a fin de que la empresa pueda mantener su actividad en Venezuela, después de que el nuevo presidente de los Estados Unidos tomara la decisión de revocar a algunas compañías el permiso para exportar petróleo del país sudamericano. "Ya hace semanas que estamos en contacto con la empresa y les intentamos acompañar y ayudar en este diálogo continuo que siguen teniendo con la administración americana", ha explicado el ministro del ejecutivo de Pedro Sánchez en unas declaraciones a los medios desde Bruselas después de reunirse con el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic.
En sus declaraciones, Cuerpo ha asegurado que el ejecutivo de PSOE y Sumar vela por el interés de las empresas españolas, independientemente de cuál sea. Y ha hecho un llamamiento a la "prudencia" ante las ofensivas de Donald Trump en materia económica. La agencia Europa Press informa de que fuentes del Gobierno insisten en que Repsol está preparada para afrontar este tipo de sanciones y que no hay ningún problema para la seguridad de suministro en el estado español. La Moncloa insiste en que este asunto es un "tema humanitario", ya que la explotación de gas de la compañía ayuda a cubrir el consumo electricidad de gran parte del país venezolano.
Cuerpo, por otra parte, también ha querido recetar calma ante los "aranceles recíprocos" que el magnate americano quiere imponer. El ministro, que ha defendido una respuesta "firme" de la Unión Europea a los aranceles de Donald Trump, ha apuntado que la lista de productos a los que podría imponer tarifas estará lista para una primera discusión de los Veintisiete en la próxima reunión de ministros de Comercio, que se celebra el lunes que viene, 7 de abril, en Luxemburgo.
"Hace falta un mensaje de tranquilidad a la hora de interpretar los anuncios que saldrán esta semana", ha subrayado Cuerpo, que cree que la Comisión Europea "tiene las herramientas necesarias para poder empezar a canalizar estas negociaciones y defender a sus industrias y sus empresas". En este sentido, el ministro ha apuntado que "no descartaría el uso de ningún instrumento", incluido el de anticoerción, pero aboga por seguir enviando un mensaje "positivo" y "de apertura a la negociación" porque conseguir un acuerdo está "en el interés de todos". "Europa tiene las armas necesarias para que este acuerdo sea un acuerdo justo", ha incidido, antes de precisar que la UE está dispuesta también a escuchar a los Estados Unidos y ver "cuáles son sus reclamaciones y sus exigencias y hasta qué punto pueden ser atendidas por parte de Europa".