En Moncloa lo tienen claro: no habrá ninguna concesión al independentismo a cambio de la designación de Miquel Iceta como senador y presidente del Senado. Así lo garantizan este lunes fuentes del Gobierno en funciones, a tres días de la votación en el Parlament. "No negociaremos. Nunca, nada", insisten desde el ejecutivo socialista, que asegura que ERC tiene que respetar la elección hecha por Pedro Sánchez y, por lo tanto, no vetarla.
Este sábado, el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, no cerraba la puerta a facilitar la elección del primer secretario del PSC como senador para que se convierta de esta manera en presidente del Senado, pero invitaba a los socialistas a hacer un "gesto" visitando a los presos a Soto del Real.
"Es nuestro derecho nombrar a nuestros senadores, y queremos que Iceta sea senador", repiten desde el gobierno Sánchez cuando se les pregunta. Y señalan que, "en 40 años de democracia", no ha pasado que un partido vete a los senadores de designación autonómica de otra formación. "No tiene que haber ningún plano B", avisan. A pesar de todo, contemplan todos los posibles escenarios y seguirán con atención el pleno del Parlament de este jueves.
Además, desde Moncloa creen que el primer secretario del PSC es el presidente del Senado ideal. "Un político como Iceta, que siempre ha dicho que hay que recomponer la política, es el perfil perfecto para presidir la cámara alta", reivindican fuentes del Gobierno.
Tampoco está cerrada la presidencia del Congreso de Diputados, posición para la que suena la vicepresidenta Carmen Calvo. "Lo estamos acabando de cerrar, pendientes también de lo que pase en el Parlament", aseguran desde el ejecutivo de Pedro Sánchez. Lo que sí contemplan es una Mesa de mayoría progresista, pero sin presencia de partidos independentistas.