Después de varias curvas, el Gobierno de coalición mantiene el compromiso de ir derogando la reforma laboral del PP. Durante los primeros días ya acabó con el despido por acumulación de bajas médicas, y en las próximas semanas prevé dar más pasos en este sentido. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un plan normativo que contempla la acción de gobierno de los próximos meses. Entre las reformas previstas, según confirman fuentes del ejecutivo, está la eliminación urgentes de algunos aspectos de la normativa laboral, previsto en el programa de la coalición. Eso sí, todo se quiere hacer desde el diálogo con sindicatos y patronal.
Por una parte, el Gobierno prevé derogar las limitaciones en el ámbito temporal del convenio colectivo. Con la reforma del 2012, si el convenio colectivo de una empresa perdía vigencia, y no había acuerdo entre empresa y trabajadores para uno nuevo, el convenio colectivo caducaba y se aplicaba el convenio del sector. El convenio colectivo se prorrogará automáticamente y seguirá vigente hasta que se apruebe uno nuevo.
Por otra parte, el ejecutivo de coalición quiere revisar los llamados descuelgues. Se trata de un mecanismo que permite a la empresa dejar de aplicar el convenio colectivo acordado con los sindicatos para reducir el sueldo o la jornada. El acuerdo de gobierno de coalición se comprometía a "orientar el descuelgue salarial a causas económicas graves".
El plan normativo de La Moncloa también contempla la modificación del Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 42.1, para "limitar la subcontratación a servicios especializados ajenos Forma part de l'agenda legislativa del govern espanyol i serà negociada amb els agents socials.
Con todo, y a pesar de llevarlo en el programa de gobierno de coalición, el de la reforma laboral es uno de los aspectos que ha llevado al ejecutivo a más fricciones. El pasado julio, en la comisión de reconstrucción del Congreso, el PSOE hizo repetir la votación de una enmienda de EH Bildu. El texto abertzale hablaba de "derogar la reforma laboral y sustituirla por una nueva legislación garantista y justa con los derechos laborales". Había votado a favor pero quería hacerlo en contra, a pesar de no alejarse mucho de los términos pactados con Unidas Podemos para la investidura.