El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska quiere reforzar su nivel de idiomas. No las co-oficiales del Estado español, sino la inglesa y la francesa. Por eso, es el mismo ministerio y, por lo tanto los presupuestos del gobierno, incluyen el gasto de estas clases. En concreto, se ha marcado invertir 15.000 euros para que aprenda y refuerce las dos lenguas mencionadas.
El objetivo es "mejorar la utilización de los dos idiomas en las reuniones y negociaciones internacionales de alto nivel que tienen lugar habitualmente en relación con las materias propias del Departamento". Esta es la respuesta que ha dado al PSOE a una pregunta parlamentaria del Partido Popular que solicitaba conocer el gasto previsto en estos cursos para personal de alta dirección. Sin especificar cuántos ni cuáles, los 15.000 euros también irían en el refuerzo de otros perfiles, más allá de Marlaska.
Pero Europa Press sí ha podido destapar el nombre de algunos que se beneficiarán. El secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, sólo de inglés; Carmen Pérez, la directora general de Política Interior también de inglés; mientras que Susana Crisóstomo, la directora de Gabinete del ministro, lo hace con el inglés y el francés.
¿Y todo este dinero, por|para qué periodo de tiempo? Prácticamente un año: del 15 de enero al próximo 10 de diciembre de 2021, por|para un máximo de 394 horas en total, a repartir entre todos a los alumnos. El importe exacto del contrato es de 14.972 euros.
Otros cargos
Después del escándalo, se han detallado otros cargos que también practicarán un idioma. La directora general de la Guardia Civil, la socialista Maria Gámez con un total de 100 horas, por un importe de 1.130 euros y en modalidad presencial, solicitado para realizarlas desde abril de 2021.
Los miembros de la Junta de Gobierno de la Policía Nacional, en la que también participa el director general, Francisco Pardo Piqueras, reforzará el inglés. Y con respecto al secretario general de Instituciones Penitenciarias, se especifica que Àngel Luis Ortiz asistió a clases presenciales de inglés durante el curso escolar 2018/19. En definitiva, una práctica habitual que ya viene de lejos en el gobierno socialista.
Fuentes del gobierno Sánchez ahora corren a dar explicaciones: "El objetivo de estos cursos es aumentar las habilidades de comunicación de los alumnos en el mencionado idioma por|para, fundamentalmente, su asistencia a reuniones de alto nivel con sus homólogos de otros países". Antes del inicio de curso, puntualizan, se llenaron los mismos trámites establecidos para el resto de las actividades formativas, "correctamente informado a todo el mundo".