El Gobierno ha devuelto el rango y los honores a título póstumo al general de la Guardia Civil Antonio Escobar Huerta, que fue degradado de su cargo y condenado a muerte en febrero de 1940 en Montjuïc por un Consejo de Guerra por haberse mantenido fiel al gobierno de la República. El general Escobar, aunque era católico y conservador, fue una figura clave para la República en Catalunya, ya que mantuvo a las fuerzas de la Guardia Civil de Barcelona bajo la legalidad vigente y leales a la Generalitat presidida por Lluís Companys. El Boletín Oficial del Estado de este miércoles ha publicado un Real decreto del Ministerio de Defensa por el cual restituye el rango de general de brigada Antonio Escobar por acuerdo del Consejo de Ministros del ejecutivo de Pedro Sánchez de ayer martes.
La semana pasada el Gobierno ya homenajeó Escobar en un acto en Barcelona con representantes de la familia y en el cual participó la directora de la Guardia Civil, Mercedes González, el delegado del gobierno en Catalunya, Carlos Prieto, y el secretario de Estado de memoria democrático, Fernando Martínez. También inauguraron una placa en el Cementerio de Montjuïc que reconoce al general como figura ilustre. El pasado 12 de abril, el ejecutivo entregó a los familiares del general Escobar un certificado de reconocimiento y reparación personal en aplicación de la ley de Memoria Democrática.
Fiel a la República y figura clave durante la Guerra Civil
El general Escobar nació en Ceuta en 1879 y con 16 años ingresó voluntariamente como soldado en el Colegio de Oficiales de la Guardia Civil. Al inicio de la Guerra Civil se mantuvo fiel en el gobierno de la República y evitó que las fuerzas de Barcelona se sumaran a la sublevación militar, lo que propició el fracaso del Alzamiento Nacional en la capital catalana. También lideró una de las columnas que trataban de parar el avance franquista sobre Madrid. Durante la guerra fue ascendido a general y en 1938 fue designado responsable del Ejército de Extremadura.
Fusilado por un Consejo de Guerra
En marzo de 1939, Escobar fue detenido en Ciudad Real y declinó la oferta de huir y salvar la vida que le ofreció el general sublevat Juan Yagüe. Escobar, que quería compartir el mismo destino que las tropas a su cargo, fue trasladado a Barcelona, donde fue sometido a un Consejo de Guerra que lo degradó a coronel y lo condenó a muerte. El 8 de febrero de 1940 fue fusilado en el castillo de Montjuïc por un pelotón de la Guardia Civil que disparó a sus propias órdenes.