El gabinete gubernamental ha salido al rescate para disipar las sospechas crecientes de que Pedro Sánchez podría prever una convocatoria electoral inminente, que la ministra portavoz Isabel Celaá generó por la mañana en un desayuno informativo. Celaá expuso que el Ejecutivo aguantaría "lo justo", ante el nuevo escenario político en que Carles Puigdemont ha asumido la dirección del PDeCAT y pretende encarecer sus apoyos al PSOE en el Congreso a través de la negociación sobre la autodeterminación. Eso ocurre en paralelo a que el Partido Popular haya confirmado que no va a dar apoyo al techo de déficit del PSOE.
"Este gobierno es consciente de los cambios producidos en los últimos días en el escenario político, pero eso no varía su compromiso con el nuevo tiempo político iniciado con la presidencia de Pedro Sánchez", exponen fuentes de la Moncloa a raíz del globo sonda de Celaá hoy por la mañana. "Nadie piensa en elecciones, pero nadie resistirá más allá de lo razonable", ha dicho Celaá. Al respecto, en el Ejecutivo mantienen ahora que seguirán "el rumbo" para "desarrollar la agenda del cambio". "El presidente ha declarado su intención de agotar la legislatura", añaden las personas consultadas.
El hecho es que Sánchez llegó al poder a través de una moción de censura que auguraba elecciones inminentes. Más tarde, sin embargo, el peso de las personalidades que escogió para ministros insinuaba la voluntad de agotar al máximo el mandato, en todo momento consciente de la necesidad de los diversos apoyos del arco parlamentario: independentistas catalanes (ERC y PDeCAT), Podemos y confluencias, PNV y EH Bildu. Lo reconoció en una entrevista en TVE, donde explicó que intentaría alargar hasta el 2020 la convocatoria de elecciones generales —las autonómicas y municipales serán en 2019.
Así las cosas, sus apoyos asintieron en la moción de censura a Mariano Rajoy y en cuestiones como el intento de forzar un consejo interino para la renovación de RTVE, la exhumación de Franco e, incluso, ya presionan para que se cree una comisión de investigación sobre el caso de Corinna y el rey emérito. Sin embargo, la toma de control de Puigdemont en el PDeCAT amenaza con tormenta en otoño. Por eso, fuentes de la Moncloa afirman que Sánchez "apela a la responsabilidad para mantener abiertas las vías de diálogo que permitan decisiones en beneficio de toda la ciudadanía".
La cuestión es que la próxima semana habrá la reunión bilateral entre el Estado y la Generalitat en Barcelona. El conseller de Exteriors, Ernest Maragall, instó a los ministros Meritxell Batet y Josep Borrell a incluir un diálogo sobre los presos del 1-O y la autodeterminación, además del levantamiento de litigios competenciales en el Tribunal Constitucional y la cesión de transferencias pendientes por parte del Gobierno. "No contemplo un desacuerdo en estos puntos, creo que tienen que estar de forma formal o informal", dijo Maragall a la prensa. Pero Borrell ya ha respondido que no hay negociación posible sobre el referéndum.