A pesar de los volantazos, desde La Moncloa dejan claro que "la apuesta por el diálogo es firme". A 48 horas de la esperada reunión entre los presidentes Pedro Sánchez y Quim Torra, el Gobierno defiende que se sentarán hasta encontrar puntos de encuentro, pero remarca que no será fácil. Después del Consejo de Ministros de este martes, la portavoz María Jesús Montero ha rebajado las expectativas. Ni esperan resultados a corto plazo, ni esperan ya el jueves un calendario y unas comitivas de la mesa de negociación. También descartan hoy por hoy la figura de un mediador, que ha vuelto a poner sobre la mesa JxCat.
A la reunión de este jueves, el presidente del Gobierno irá con un "espíritu constructivo", con voluntad sincera de diálogo y de "escuchar" lo que tenga que decir el president de la Generalitat. No obstante, desde La Moncloa subrayan la "complejidad" del conflicto que hay encima de la mesa. En varias ocasiones, la portavoz del ejecutivo de coalición ha dejado claro que "no esperan resultados a corto plazo", sino simplemente "establecer los railes" para que pueda seguir "transitando". A Barcelona Sánchez irá acompañado de la ministra de Política Territorial, Carolina Darías, aunque no participará del encuentro entre presidentes.
Con respecto al contenido de la reunión, desde el Gobierno insisten en que es un primer contacto y que no habrá un orden del día preestablecido. Tampoco líneas rojas para el president Torra. "Nos encontramos a las antípodas en nuestro concepto de Estado, por eso es importante el diálogo", ha constatado la dirigente socialista. "Si hubiera elementos de acuerdo no sería necesaria esta reunión", ha insistido. "Necesitamos hablar, escuchar, acudir a la reunión con una vocación franca de encontrar puntos de encuentro," ha concluido en este sentido.
Incluso ha llegado a hacer una comparación con la Transición española, subrayando las grandes diferencias que tenían Adolfo Suárez y Santiago Carrillo. "Cuando se sentaron estaban a las antípodas, pero fueron capaces de trazar puntos de encuentro, y eso es lo que queremos", ha defendido en esta línea. "Cada uno conocemos las posiciones del otro y quiero trascenderlas para encontrar puntos de encuentro", ha reiterado". Ha evitado poner un veto a hablar de autodeterminación, pero pretenden abordarlo, también, por los problemas "cotidianos" de Catalunya.
"Debe permitir y propiciar que avancemos en la senda del diálogo, que nos permita dar una solución política al conflicto en Catalunya", ha defendido la portavoz del Gobierno. "La solución es compleja. Va a requerir tiempo, inteligencia, empatía y capacidad de anticipar los retos de la sociedad catalana," ha sostenido Montero.
Sobre la figura del mediador, que la portavoz Meritxell Budó volvió a poner sobre la mesa este lunes, fuentes del ejecutivo de coalición aclaran que hoy por hoy "no está previsto" y no trabajan en ese escenario.
Referéndum por lapsus
Seguramente fruto del subconsciente, la portavoz española ha parecido convocar un referéndum. Preguntada sobre la afectación del adelanto electoral en Catalunya, Montero respondido hablando de la "convocatoria de un referéndum en Catalunya". Ha tenido que ser el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, quien al acabar la respuesta, la ha tenido que corregir: "Ministra, fe de erratas. Elecciones, no referéndum, ¿eh?".