No ha sido hasta tres horas y media después del veredicto de Luxemburgo que ha habido un pronunciamiento del Gobierno sobre la inmunidad de Oriol Junqueras. Ha sido del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que no ha salido de su mensaje: "El Gobierno respeta las resoluciones judiciales, a las que nos sometemos". ¿Qué quiere decir eso? El ministro en funciones no lo ha dejado claro. En toda la atención a los medios no ha salido de este guion a pesar de las preguntas paralelas de los periodistas.
Preguntado sobre la sentencia del TJUE, el dirigente socialista ha asegurado que "reciben la sentencia como todas las sentencias, nacionales, de la Unión Europea o internacionales: con respeto absoluto, como procede y como debe ser". Lo mismo ha contestado cuando se le ha preguntado si eso es un revés para la justicia española o si Junqueras tendría que ser liberado. A quién compete es a los tribunales. Al gobierno le corresponde respetar las resoluciones judiciales", ha defendido.
En plenas negociaciones para la investidura con Esquerra Republicana para la investidura de Pedro Sánchez, el silencio ha sido la nota dominante tanto en La Moncloa como Ferraz. Fuentes socialistas, sin embargo, precisan que esta decisión de la justicia europea "no tiene por qué retrasar nada" y entienden que no perjudican las conversaciones. "No está vinculada una cosa con la otra", defienden desde el PSOE, que insisten en una investidura como antes mejor.