El govern espanyol lanza la toalla. Después de cerrar la puerta a las exigencias de ERC y el PDeCAT, los socialistas han perdido la esperanza de que los partidos independentistas retiren las enmiendas a la totalidad que han presentado. En los pasillos del Congreso, fuentes del ejecutivo de Pedro Sánchez han indicado que en este momento no mantienen contactos con estos grupos para que haya un cambio de posición antes de este miércoles, cuando se votará la tramitación. No esperan "milagros ni actos de fe".
En este sentido, en Moncloa ya se empieza a especular con el posible adelanto electoral, como ha pasado durante las últimas horas. En este sentido, estas fuentes señalan que el 14 de abril es una fecha "precipitada". Otras posibilidades que han emergido son el 28 de abril o el 26 de mayo, cuando hay elecciones europeas, municipales y autonómicas.
Según estas fuentes, a partir de este miércoles, cuando sean tumbadas las cuentas, el presidente Pedro Sánchez abrirá una "reflexión" sobre si convocar comicios anticipados o no.
En la defensa de los presupuestos este martes al mediodía, la ministra de Hacienda lo ha reiterado: el gobierno español no aceptará hablar de un referéndum de autodeterminación por Catalunya. Durante su intervención este martes en el debate de la tramitación de los presupuestos en el Congreso, María Jesús Montero ha advertido ERC y el PDeCAT que no habrá ninguna concesión en este sentido: "Este gobierno no cederá a ningún chantaje por parte de nadie".
"No aceptaremos que el derecho a la autodeterminación esté en ningún orden del día", ha asegurado Montero en referencia a la voluntad del independentismo de hablar de ello en la mesa de partidos políticos. En este sentido, ha situado el "perímetro" del diálogo: "nada fuera del ordenamiento legal, nada que atente la división de poderes, nada que menoscabe la convivencia".