Es un "secreto oficial". Esta es la respuesta que este jueves ha recibido el senador Jon Iñarritu, de EH Bildu, a una serie de preguntas dirigidas al gobierno español sobre el seguimiento por geolocalización del president Carles Puigdemont en Bélgica, a través de balizas en su coche. De esta manera, en la misiva, el ejecutivo de Pedro Sánchez evitar dar detalles sobre el caso, y lo hace amparándose en una ley franquista, la de secretos oficiales de 1968.
En la réplica a todas las preguntas, a la que ha tenido acceso El Nacional, el gobierno español justifica que "todas las actividades de investigación policial especializada que requieren el empleo de medios tecnológicos avanzados" se encuentran amparados por la ley de secretos oficiales y por el acuerdo del Consejo de Ministros del 6 de junio del 2014 sobre la misma. Asegura que la Policía está "obligada a la consiguiente reserva respecto al empleo" de estos medios de seguimiento.
El pasado octubre, el gobierno Sánchez ya asumió implícitamente el seguimiento a Puigdemont. La secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, aseguraba al Senado que el PSOE no podía "asumir la responsabilidad del gobierno que efectuó el seguimiento", en referencia al ejecutivo de Mariano Rajoy.
En dos escritos, el senador de EH Bildu preguntó quién colocó las balizas de geolocalización, investigadas por las autoridades belgas, si fueron funcionarios españoles y si el gobierno español había abierto una investigación sobre estos hechos y con qué resultado en caso afirmativo.