El Govern de Salvador Illa intenta pasar página a la reprobación de la consellera de Territori, Sílvia Paneque, por la gestión de la enésima crisis de Rodalies y la petición de dimisión que se aprobó la semana pasada en el Parlament. La votación hizo evidente hasta qué punto cada uno de los pasos del ejecutivo, sustentado en los 42 diputados del PSC, depende del voto de unos socios de investidura muy preocupados por marcar distancias en las cuestiones más espinosas de la gestión del Govern. Illa llega, además, al mes de abril sin haber aprobado los presupuestos, pero sin saber tampoco cómo y cuándo aprobará el decreto de suplemento de crédito necesario para poder incorporar a las cuentas prorrogadas los 1.800 millones necesarios para impulsar sus proyectos.

El viernes y el sábado próximo el ejecutivo celebrará un encuentro a Núria de reflexión y evaluación del trabajo de cada departamento. Será el segundo encuentro de este tipo que convoca el president después del que se hizo en Poblet al inicio de la legislatura.

"Nadie dijo que sería fácil"

La consellera, que es también portavoz del Govern, ha intentado durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu de este martes echar agua al vino de la censura que recibió la semana pasada en la Cámara catalana. Paneque asegura que vive el hecho de que el Parlament la haya reprobado y haya pedido su dimisión como "un estímulo para seguir trabajando" y para seguir "en el camino de las soluciones". No solo eso, al ser interrogada sobre el hecho de que dentro de su macroconselleria hay algunas de las patatas calientes del ejecutivo, ha sacado pecho por los avances conseguidos ante el reto de la sequía, la vivienda o la transición energética, y ha insistido en que asumirán con liderazgo el reto de la movilidad.

"Nadie dijo que sería fácil", ha remachado a la consellera al ser interrogada sobre el impacto que esta reprobación puede tener en el Govern justo en el momento en que el departamento de Economía intenta sacar adelante los suplementos de crédito ante las exigencias de los socios de Esquerra y los Comuns.

"Desde el gobierno dijimos que activaríamos todos los mecanismos que tenemos. Esto lo combinamos con el necesario diálogo y consenso de un gobierno que desde el primer minuto sabe que está en minoría", ha asegurado la consellera, que ha reiterado los "avances" conseguidos por el ejecutivo durante estos seis meses ante "retos importantísimos, colosales a algunos de ellos". De hecho, en opinión de Paneque, pocos ejecutivos "en seis meses de trabajo puede tener esta hoja de servicios".

En cualquier caso, ha descartado que la situación vivida en la Cámara tenga que tener ningún impacto en la forma como se estructura el ejecutivo y su macroconselleria; y se ha sacudido las cuestiones sobre este tema subrayando que "los gobiernos se organizan como consideran conveniente" e insistiendo en que el gobierno está "determinado" y tiene marcado su hoja de ruta.

Por lo que respecta, al suplemento de crédito de 1.800 millones que la consellera Alícia Romero negocia con los socios de investidura para poder incorporar a los presupuestos prorrogados el año pasado el crecimiento económico vivido en Catalunya, ha asegurado que el gabinete trabaja con el escenario de poder disponer de estos recursos "lo antes posible".

"Se está dando una situación que Catalunya crece a buen ritmo y estos recursos se tienen que poder incorporar como suplemento de crédito, como recursos para poder desarrollar políticas. Sería difícil explicar que estamos en un buen escenario y que, en cambio, la ciudadanía no se puede beneficiar", ha argumentado en un intento de presionar a los socios.

Paneque ha asegurado que no contemplan un escenario en que no se apruebe el suplemento de crédito, por lo que se ha negado a valorar el impacto que tendría esta no aprobación. "Paso a paso", ha remachado.