Diez años después del último, este martes por la tarde el Parlament ha celebrado un pleno monográfico sobre agricultura con la presencia dentro y fuera de la cámara catalana de trabajadores del campo. Un mes más tarde de la llegada de los campesinos en Barcelona y su primera entrada en el Parlament, donde consiguieron arrancar tres compromisos a la mayoría de grupos parlamentarios- la cámara se ha llenado de propuestas para mejorar la situación del campo, que ha abierto el debate con la intervención de cuatro trabajadores del sector, algunos más contundentes que los otros. Después de una primera intervención de Junts per Catalunya, grupo que propuso la celebración de este monográfico ya en el 2023, ha tomado la palabra el president Pere Aragonès, que ha reivindicado el trabajo hecho desde el Govern, a menudo criticado especialmente por la gestión de la sequía y sus restricciones.
Soluciones concretas y evaluables para el sector, como la renta básica agraria
Después de sacar pecho de los acuerdos a los cuales se han llegado en las últimas semanas con el sector del campesinado, el jefe del Ejecutivo ha defendido la necesidad de llegar a "compromisos firmes, continuados y compartidos" en el marco de este monográfico. "Tenemos que ser honestos, es mejor prometer poco y cumplirlo todo. Este es mi compromiso, prometer poco pero cumplirlo," ha señalado el presidente Aragonès, que ha advertido que buena parte de sus reclamaciones no son competencia del Govern sino que dependen del Gobierno (a quien tanto él mismo como ERC ya han dirigido las demandas), o también de las instituciones europeas. "Hay muchos aspectos que no decide el Govern de la Generalitat, sino que la mesa donde se deciden las cosas es el ministerio", ha señalado Aragonès, descartando que eso quiera decir que se desentienda: "Aquello que no esté en las manos, lo lucharemos", ha resumido, el president.
Seguidamente, ha intervenido el conseller David Mascort, que dejará de ser el responsable de Acción Climática para volver a la fórmula de Agricultura, Pesca y Ramaderia, uno de los acuerdos a los cuales se ha llegado con los campesinos. Como Aragonès, él también ha hecho valer los últimos pactos y las negociaciones con el sector, sacando pecho que el suyo ha sido el Govern que siempre ha estado al lado del campesinado. Yendo más allá, sin embargo, también ha abierto la puerta a una "renta básica agraria" que priorice jóvenes agricultores y pequeños productores para hacer "viable" la profesión, y ha planteado crear un "sistema de seguros propio" a Catalunya para cubrir circunstancias que ahora quedan fuera de Agroseguro. Reconociendo que "ha habido cosas que quizás no hemos hecho suficientemente bien", el conseller, como Aragonès, también ha prometido que "las soluciones que están a nuestras manos, las haremos, y las que no, iremos a reclamar donde haga falta de la mano del sector".
Una Catalunya de "melocotones y chips"
Tras la intervención del Govern ha llegado el turno de la oposición, a que si bien también ha querido mantener un tono propositivo, no ha dejado pasar la ocasión para reprochar al Ejecutivo falta de planificación, haber llegado tarde y también falta de ambición. Salvador Illa ha querido mantener su mano tendida y ha defendido que el modelo del PSC es el de una Catalunya "de chips y melocotones", donde la defensa del campesinado sea compatible con la de empresas tecnologices. La diputada del partido, Rosa Maria Ibarra, por su parte, ha reclamado al Ejecutivo "serenidad y escucha" pero también "coraje para hacer frente" a todos los retos del campo.
En nombre de Junts ha intervenido el diputado Salvador Vergés que ha reiterado la importancia de desburocratizar el sector, una de sus grandes propuestas en este monográfico. Según Vergés, los campesinos y el resto del sector primario están haciendo "un grito" desesperado a las instituciones, tanto al Govern pero también al conjunto del Parlament, ante el riesgo de desaparecer. Aparte de celebrar el cambio de nombre de la conselleria, también ha defendido la posibilidad de llevarla fuera de Barcelona, donde ahora mismo tiene la sede el departamento.
Desde la CUP, Dani Cornellà ha defendido un cambio de rumbo en el sector, criticando tanto al Ejecutivo como a Junts, acusándolos de haberse querido apropiar de las protestas de los campesinos mientras en Europa han votado a favor de los acuerdos con países terceros, una de las denuncias que hace el mundo agrario. A ellos y a ERC les ha pedido que aprovechen el peso que tienen los dos partidos en Madrid para forzar a Pedro Sánchez a cambiar la ley de cadena alimentaría, tal como ya se ha comprometido el presidente del Gobierno.