El Gobierno ha invertido 1,8 millones de euros en distintos trabajos de mantenimiento de la basílica y la cruz del Valle de los Caídos del 2012 al 2017, entre las que destacan la restauración de la portada de la basílica por 230.138 euros y el mantenimiento del funicular que sube a la cruz, que ha costado 189.353 euros en ese tiempo.
Así consta en los datos de Patrimonio Nacional facilitados por el Gobierno al senador de Compromís Carles Mulet, que había pedido por escrito información detallada del coste que ha tenido para las arcas públicas las reformas efectuadas durante los seis últimos años en el conjunto del Valle de los Caídos.
Mulet obtuvo el año pasado del Gobierno la información del coste habitual de este conjunto, incluidos los gastos de personal y corrientes. En 2016, ascendió a 1.045.000 euros. Ahora el Gobierno informa de las reparaciones y obras de mantenimiento en los últimos seis años: 1.497.076 euros en el capítulo de inversiones y 308.047 euros en el de gastos corrientes.
El portavoz de Compromís se ha mostrado muy crítico con el coste porque considera el Valle de los Caídos “el mausoleo de un dictador genocida”. “¿Alguien cree que en Italia o Alemania tendría cabida pagar con dinero público mantener mausoleos sagrados para Mussolini o Hitler?”, agrega.
En el apartado de inversiones, los años que registraron una cifra mayor fueron 2015, casi medio millón de euros, y 2013, cuando se restauró la portada de la basílica.
Partidas polémicas
La cifra de estos gastos ha bajado en los dos últimos años hasta quedarse en 70.494,6 euros (2017), en el que sólo figuran dos obras: la reconstrucción de bóvedas en las arquerías exteriores de la escolanía y la abadía (48.412 euros) y la conservación de estructuras metálicas en el interior de los brazos de la enorme cruz que preside el valle (22.082 euros).
En cuanto a los gastos corrientes, las cifras anules oscilan entre los 40.000 y los 70.000 euros, salvo el año pasado, cuando se dedicaron menos de 20.000 euros a reparaciones. En este capítulo, el asunto que más dinero ha requerido ha sido el mantenimiento del funicular, 42.000 euros anuales de 2012 a 2015, cantidad que se redujo a la mitad en 2016 y que fue cero el año pasado.