Los dos crímenes que se produjeron durante la noche de Sant Joan en Barcelona (dónde un hombre murió degollado en el paseo Joan de Borbó) y en Girona (donde hubo dos víctimas mortales en un tiroteo en el Hospital Trueta) han teñido de negro la Diada y han abierto un debate sobre el estado de la seguridad en el país. La portavoz del Govern, Patrícia Paja ha asegurado este martes que a pesar de estas tres víctimas mortales el dispositivo de seguridad que se había desplegado por todo Catalunya era "adecuado y proporcionado" y ha pedido que el debate que se está extendiendo cerca después de estas muertes se haga siempre evitando el alarmismo y el racismo, ya que, ha apuntado, este solo hará crecer la ultraderecha. Sin ir más lejos, Vox ha convocado una protesta este martes contra la "oleada de inseguridad" en la que participará a su líder, Ignacio Garriga, delante a la Plaza Sant Jaume, ante el Palau de la Generalitat.

Plaja también ha insistido que estos dos crímenes con tres víctimas mortales en un Sant Joan que no guardan ninguna relación entre ellos y también que no tienen nada que ver con la celebración de la verbena en sí misma: "Los dos crímenes habrían podido suceder la noche de Sant Joan o cualquier otra. Hay que afrontar un debate, pero con datos y propuestas a la mano y desde la calma", ha reiterado la portavoz del Gobierno, que también ha anunciado que el conseller del Interior, Joan Ignasi Elena participará de la Junta de Seguridad extraordinaria que ha convocado el Ayuntamiento de Girona después del tiroteo.

Llamada a la calma en Girona y preguntas para el ministro

Por su parte, el alcalde de esta ciudad ha hecho un llamamiento a la calma. En una entrevista en RAC1, Lluc Salellas se ha preguntado cómo puede ser que haya kalashnikovs en una ciudad como Girona. En este sentido, ha lanzado una dura crítica contra el Gobierno y, más en concreto, contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a quien ha instado a dar explicaciones sobre el tráfico de armas. Ha defendido que lo más grave de todo es que el principal sospechoso tuviera a mano un subfusil de asalto. ¿"Quién lo permite? ¿Cómo es que los cuerpos de seguridad del Estado no actúan bien ante un fenómeno como es el tráfico de armas"?, se ha cuestionado.

Sobre el principal sospechoso —un traficante de armas conocido por la policía con numerosos antecedentes—, el alcalde gerundense ha denunciado que no se explica que esté en libertad. "Entiendo que ha pasado por procesos judiciales, y que a partir de aquí el sistema dictamina si puede estar en la calle a partir de leyes y normativas", ha afirmado. Con todo, ha criticado que tuviera a su alcance un subfusil de asalto AK-47.