Nueva polémica en los últimos días del Govern de Pere Aragonès. El Govern en funciones ha reclamado a la Oficina del president Carles Puigdemont que devuelva el vehículo oficial de que dispone. De hecho, desde Presidència se ha exigido, según ha podido saber ElNacional.cat, que el vehículo sea depositado en la Delegación del Govern en Bruselas antes de este martes.
La reclamación a la Oficina de Puigdemont se plantea en plena polémica entre ERC y Junts después de que los diputados republicanos pactaron la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat. El president en el exilio se había comprometido a asistir a la investidura, y en una carta de tres páginas vinculó el acuerdo firmado por ERC con su detención, lo cual provocó el enfado de los republicanos, que exigieron una rectificación. Finalmente, el primer secretario del PSC fue investido este jueves en el Parlament y Puigdemont volvió pero los Mossos no pudieron detenerlo. Salvador Illa tomará posesión del cargo este sábado y está previsto que el lunes se anuncien los nombramientos de los nuevos consellers y que el martes se celebre la primera reunión del Consell Executiu del nuevo Govern.
Vehículo oficial
Justamente, desde Presidència se ha reclamado a la Oficina de Puigdemont que el Seat Alhambra que se puso a su disposición sea devuelto antes del martes. El argumento esgrimido es que se quiere contratar vehículos eléctricos. Las oficinas de expresidents dependen del departamento de Presidència, que actualmente ocupa en funciones Laura Vilagrà.
Según la legislación vigente, los expresidents tienen derecho a disponer de una oficina, con personal, vehículo oficial y escolta. El hecho de que Puigdemont viva en el exilio ha sido utilizado como argumento por el Ministerio del Interior para negarle la escolta, a pesar de que se ha reclamado repetidamente. Tampoco disponía de vehículo oficial, a pesar de haberlo solicitado. No obstante, en la primera etapa del actual Govern, el conseller d'Economia Jaume Giró se encargó de asignarle un vehículo de renting la misma marca y modelo del que disponía el president de la Generalitat.
Puigdemont sí dispone de una oficina, que está instalada en unas dependencias de Govern, y que tiene como director a Josep Lluís Alay. Los expresidents también tienen derecho a recibir una remuneración, pero en el caso de Puigdemont no la recibe, dado que dispone de su sueldo como diputado del Parlament y antes como eurodiputado.
La tensión entre el Govern Aragonés y Puigdemont se ha hecho evidente de nuevo esta noche con la publicación que el president en el exilio ha publicado en la red X donde carga con contundencia contra el conseller del Interior, Joan Ignasi Elena, y su departamento. Puigdemont denuncia "la caza de brujas que se ha desatado contra algunas personas concretas", sólo porque han sido vistas a su lado en momentos determinados, y que asegura que ha sido "protagonizada desde ámbitos políticos que se llenan la boca de lucha antirrepresiva".