La directora del CNI, Paz Esteban, es la principal señalada en el escándalo de espionaje político. Lo es por el independentismo, que ve las manos de los servicios de inteligencias españoles detrás del CatalanGate. Pero también está en el punto de mira por la enorme brecha de seguridad que permitió extraer casi tres GB de datos de los teléfonos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Cuando se le ha preguntado a esta última, antes de entrar a comparecer en comisión, si Esteban tenía que dimitir, se ha hecho el silencio. Los periodistas le han formulado la pregunta dos preguntas. "Me voy", ha respondido.
Los movimientos de las últimas horas en La Moncloa dan a entender que podrían prepararle una salida, que podría ser la sacrificada. Ayer en rueda de prensa después del Consejo de Ministros, la ministra-portavoz Isabel Rodríguez aseguró que la ministra de Defensa y la directora del CNI tenían el apoyo del Gobierno "en estos momentos". Importante matiz porque, cuando se le preguntó si tendría que dimitir en los próximos días o semanas, evitó especular sobre "futuribles" porque en estos momentos "estamos en la fase de aclarar los hechos" antes de tomar las medidas que correspondan.
Los que lo han señalado directamente han sido los independentistas. Ayer mismo, el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, aseguró que la situación tanto de Margarita Robles como de Paz Esteban era "absolutamente insostenible". Por su parte, la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, advirtió que tenían que rodar cabezas: "El Ministerio de Defensa y el CNI sólo son la punta del iceberg. No queremos sólo unas cabezas, las queremos todos".
Mañana mismo, a las nueve de la mañana, está prevista la comparecencia de la directora del CNI ante la comisión de secretos oficiales, donde los socialistas confían todo el ejercicio de "transparencia" en torno al caso Pegasus. Allí dará explicaciones Paz Esteban. No obstante, este órgano se reúne a puerta cerrada y su contenido no puede ser filtrado públicamente, según la ley de secretos oficiales. Los independentistas son totalmente escépticos sobre que pueda servir para poner luces y taquígrafos a un escándalo de espionaje político masivo contra el independentismo (y ahora también contra el mismo Gobierno).
¿De quién depende la seguridad?
Más allá de la continuidad de Paz Esteban al frente de los servicios de inteligencia, Margarita Robles ha defendido antes de entrar en la comisión que "la ventaja de la democracia es que todo está en la ley". Lo ha hecho preguntada sobre de quién depende la seguridad del teléfono móvil de Pedro Sánchez, y ha reiterado que "sólo hay que mirar las normas" para extraer conclusiones.