La república imaginaria de Tabarnia ya tiene presidente. Y no ha habido ninguna gran sorpresa: el escogido ha sido Albert Boadella. El nombramiento ha sido anunciado este martes, en un acto de presentación en el Col·legi de Periodistes, en Barcelona. Una ciudad, la capital de Catalunya, que con los números del 21-D en la mano, no formaría parte de esta entidad territorial: las candidaturas independentistas se impusieron en votos al bloque del 155. Han prometido ser la "pesadilla" del soberanismo.
Boadella, que ha intervenido en un vídeo grabado previamente, se ha presentado como "presidente en el exilio" con las banderas tabarnesa, española y europea detrás. Ha acusado a los dirigentes independentistas de ser "rufianes" y haber llevado "a la ruina más absoluta". Ha felicitado a los impulsores de Tabarnia por haber iniciado un "renacimiento del sentido común" y haber dicho "basta a tantos capullos disfrazados de segadors". Según el presidente no escogido en las urnas, "Tabarnia quiere reírse de todo y de todos sin ser perseguida como traidora" y "hacer buenos negocios sin mordidas institucionales".
"Soy un payaso, pero a su lado soy un modesto aprendiz", ha afirmado el dramaturgo. "Han hecho del Parlamento el auténtico Teatre Nacional de Catalunya", ha añadido. "Pero ha llegado el momento de decir que sus bufonerías en nuestras calles se han acabado. Si siguen insistiendo en este proceso destructivo, nuestra actitud será muy catalana", ha concluido. Y ha hecho la peineta.
Si Boadella ha sido el presidente, el periodista y tertuliano unionista Joan López Alegre ha actuado de padrino de la plataforma, que ha querido empezar dejando claro que Tabarnia "no está subvencionada por nadie ni promovida por ningún poder". Según su opinión, esta realidad imaginaria demuestra que "la idea promovida de un solo pueblo está muy lejos". Ha descrito los partidos y entidades que le han dado apoyo como "héroes que nos han ayudado a tomar conciencia de que hacía falta plantar cara".
"Sin ellos, Catalunya sería una sociedad mucho más uniformada, callada y obediente", ha declarado López Alegre. Aunque ha acusado a los independentistas de inventarse agravios del Estado español, el también exdiputado del PP ha dicho que Tabarnia ha sido "maltratada" por la Generalitat. "Tenemos un memorial de agravios para hacer un 30 minuts o un programa especial", ha afirmado.
Entre estos agravios, ha hecho referencia a la ley electoral. "Mientras en Barcelona hacen falta 38.000 votos para tener diputados, en Girona hacen falta 23.000 y en Lleida 16.000", ha señalado Joan López Alegre, que ha añadido: "Un tabarnés vale políticamente la mitad que un leridano". También ha hablado de déficit fiscal. Y ha prometido llegar hasta donde haga falta: "Tabarnia es la garantía de que habrá respuesta. Llegará tan lejos como los independentistas quieran llegar. Será su pesadilla".
Manifestación
Los portavoces de la Plataforma por Tabarnia han anunciado que convocarán una gran manifestación, reflejándose en las de Societat Civil Catalana el pasado otoño, aunque no han dado más detalles, ni sobre el lugar ni sobre la fecha. Lo anunciarán "pronto", ha declarado Jaume Vivas. "Nos veremos obligados a llegar tan lejos como quiera llegar el independentismo", ha asegurado el coportavoz. "Nosotros nunca dejaremos de ser catalanes, y no permitiremos que nos obliguen a irnos de España, que es nuestra casa".
En este sentido, Joan López Alegre ha adelantado que si el independentismo vuelve a declarar unilateralmente la independencia, iniciarían los trámites para constituir de forma legal una nueva comunidad autónoma española, aunque es un escenario al que no quieren llegar. También ha dicho que la plataforma no quiere hacer como las entidades soberanistas, "diciendo a los partidos lo que tienen que hacer".
"Estamos cansados de ser catalanes de segunda. Estamos aquí por dignidad ante un ataque furibundo del nacionalismo", ha defendido Vivas. Otro de los portavoces, Miguel Martínez, ha dicho que el castellano está perseguido en Catalunya y que Tabarnia "ha pasado de ser una utopía a ser una de las grandes amenazas del independentismo".